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Mientras trascurre mi vida en Navarra, lejos, muy lejos de todo pensamiento por aquella tierra de mis abuelos, de mis padres y de mi mismo; noto cómo se apoderan de mi identidad. Ya no sabría decidir mi pertenencia. Estas gentes nuevas y sus costumbres han calado tan profundo que ni mi acento al hablar revela que sea salmantino; ahora, cada vez que abro la boca y si no me hallo entre estas gentes; esté en la provincia que esté me sorprenden confirmando mi natural navarro. La aptitud que toman mis modos ante cualquier evento da muestra inequívoca de la forja que esta tierra ha realizado en mí. Tan sólo el orgullo integral de la sangre, el recelo de saber que soy diferente a ellos en mis escepticismos y que, por propia voluntad, acepto y me enorgullezco de ello; hacen de mí ese alma salmantino que se debe y espera.
Mientras trascurre mi vida en Navarra, lejos, muy lejos de todo pensamiento por aquella tierra de mis abuelos, de mis padres y de mi mismo; noto cómo se apoderan de mi identidad. Ya no sabría decidir mi pertenencia. Estas gentes nuevas y sus costumbres han calado tan profundo que ni mi acento al hablar revela que sea salmantino; ahora, cada vez que abro la boca y si no me hallo entre estas gentes; esté en la provincia que esté me sorprenden confirmando mi natural navarro. La aptitud que toman mis modos ante cualquier evento da muestra inequívoca de la forja que esta tierra ha realizado en mí. Tan sólo el orgullo integral de la sangre, el recelo de saber que soy diferente a ellos en mis escepticismos y que, por propia voluntad, acepto y me enorgullezco de ello; hacen de mí ese alma salmantino que se debe y espera.