LAGUNILLA: RASTROS QUE ME LLEVAN A MI PUEBLO...

RASTROS QUE ME LLEVAN A MI PUEBLO

La mujer que acompaña su vida, la que administra celosa por el ahorro toda economía familiar, apenas firma en trazos deformes; en las vicisitudes rutinarias de aquel pueblo no le fue posible sacar tiempo para ilustrarse en ese arte tan necesario. La mujer no ve interés en ello ahora. Prefiere la costura o la cocina pero, cuando juegan a la baraja, hace bien sus cuentas. Compra con regateos siempre y, si es preciso, razona. Razona rudo lo que entiende justo y, lo que no, lo evita siempre. Las paredes encierran su existencia. A penas sale. Fuera de su pueblo no halla el abrigo de la amistad añeja, de esa que nos acompaña a todos en la infancia y nos otorga el desprecio de soltar sentimientos que nacen con alas, que vuelan hacia los que tanto conocemos. Renace en su tierra la confianza y la seguridad de los nuestros.