Languidecidos mis paisanos se muestran ausentes. Son acaso los aires fríos, las nieves; pues el foro está tan entumecido que apenas se mueve.
¡Ánimo! Que alguien nos cuente algo, que prenda lumbre con cualquier borrajo; como en aquellos pretéritos años nostálgicos, cuando al amparo de un buen fuego se juntaban las familias y vecinos, haciendo frente al invierno con cuentos, leyendas; chistes o versos y, si viene a bien una fábula que ayude a paliar tristezas y cautiverios de esta difícil estación del año. Yo aporto hoy un chiste que, espero sirva de estímulo; ahí va:
“Dos amigos camioneros.
- ¡Menudo camión te has comprado Juan!
-Sí. Hace un año que lo estrené. Monta y te doy una vuelta.
- ¡Qué moderna la cabina! ¿Corre mucho?
-Mucho Ernesto.
- ¿No te adelantará nadie?
-No. Nadie. Pero cuando miro por el retrovisor ahí las tengo.
- ¿A quién?
A las letras con el intermitente dado y pidiendo el paso de nuevo.
¡Ánimo! Que alguien nos cuente algo, que prenda lumbre con cualquier borrajo; como en aquellos pretéritos años nostálgicos, cuando al amparo de un buen fuego se juntaban las familias y vecinos, haciendo frente al invierno con cuentos, leyendas; chistes o versos y, si viene a bien una fábula que ayude a paliar tristezas y cautiverios de esta difícil estación del año. Yo aporto hoy un chiste que, espero sirva de estímulo; ahí va:
“Dos amigos camioneros.
- ¡Menudo camión te has comprado Juan!
-Sí. Hace un año que lo estrené. Monta y te doy una vuelta.
- ¡Qué moderna la cabina! ¿Corre mucho?
-Mucho Ernesto.
- ¿No te adelantará nadie?
-No. Nadie. Pero cuando miro por el retrovisor ahí las tengo.
- ¿A quién?
A las letras con el intermitente dado y pidiendo el paso de nuevo.