La Biblioteca Nacional de Francia (BNF) está dispuesta a pagar unos 5 millones de dólares para poseer el manuscrito original de «Las 120 jornadas de Sodoma y Gomorra», el legendario relato escrito por el Marqués de Sade en la prisión de la Bastilla, uno de los libros más escandalosos de la historia de nuestra civilización, un largo rosario de «fábulas» de tortura, sodomía, necrofilia, incesto, violaciones, cropofilia, infanticidio, bestialismo y asesinato.
Bruno Racine, director de la BNF, consiguió el verano de 2012 que el ministerio de la Cultura declase ese manuscrito «tesoro nacional», y obtuvo un acuerdo de principio para «pujar» hasta los 5 millones de dólares para comprar el manuscrito del libro de Sade, un rollo de doce metros de largo, escrito con una minúscula caligrafía, cuando su autor estaba encerrado en la prisión de la Bastilla, culpable de diversos delitos de carácter erótico / criminal.
La BNF disputa a dos coleccionistas, suizo y francés, la posesión definitiva de un manuscrito de laberíntica historia.
Batalla judicial
Sade escribió su libro entre el 22 de octubre y el 28 de noviembre de 1785, a razón de unas tres horas por día. «Las 120 jornadas de Sodoma y Gomorra» cuenta la historia de cuatro hombres de 45 a 60 años, que se encierran en un castillo de la Selva Negra con cuarenta y dos chicos y chicas. El libro es el relato de seiscientas perversiones, del infanticidio a la tortura, con una prolija descripción de las situaciones más atroces.
El manuscrito se perdió cuando Sade fue trasladado al manicomio de Charenton, para reaparecer misteriosamente en 1904, cuando lo compró un oscuro «médico alemán». En 1929, el vizconde Charles de Noailles y su esposa, Marie-Laure -los productores de L'Age d'Or de Salvador Dalí y Luis Buñuel-, compraron el original de «Las 120 jornadas de Sodoma y Gomorra» y encargaron a Maurice Heine una primera edición «solo para bibliófilos y suscriptores». El libro infernal y perdido comenzaba a transformarse en leyenda luciferina.
A la muerte de Marie-Laure de Noailles -emparentada lejanamente con el marqués de Sade-, el manuscrito pasó a ser propiedad de su hija, Nathalie, que confió el tesoro a un estudioso y editor. Años más tarde se descubrió que el original de Sade había sido robado y vendido a un coleccionista suizo, Gérard Nordmann. Comenzó una inconclusa batalla judidical entre Nordmann y el hijo de Nathalie de Noailles, Carlo Perrone, que llevan años enfrentándose ante los tribunales suizos y franceses.
Recobrar el manuscrito
Cuando parecía interminable el duelo jurídico entre los herederos de Normand y los herederos de los Noailles, intervino Bruno Racine, director de la muy institucional BNF, ofreciendo 5 millones de dólares, para recobrar el manuscrito de Sade, considerado ahora «tesoro nacional».
La batalla jurídica sigue su curso. Todas las partes dicen esperar un «final feliz». Para los herederos de los Normand y los Noailles, la batalla jurídica pudiera concluirse con un acuerdo económico, pagado por los contribuyentes franceses, si la BNF consigue imponer su oferta y recobrar el «tesoro» más escandaloso de la historia nacional.
Bruno Racine, director de la BNF, consiguió el verano de 2012 que el ministerio de la Cultura declase ese manuscrito «tesoro nacional», y obtuvo un acuerdo de principio para «pujar» hasta los 5 millones de dólares para comprar el manuscrito del libro de Sade, un rollo de doce metros de largo, escrito con una minúscula caligrafía, cuando su autor estaba encerrado en la prisión de la Bastilla, culpable de diversos delitos de carácter erótico / criminal.
La BNF disputa a dos coleccionistas, suizo y francés, la posesión definitiva de un manuscrito de laberíntica historia.
Batalla judicial
Sade escribió su libro entre el 22 de octubre y el 28 de noviembre de 1785, a razón de unas tres horas por día. «Las 120 jornadas de Sodoma y Gomorra» cuenta la historia de cuatro hombres de 45 a 60 años, que se encierran en un castillo de la Selva Negra con cuarenta y dos chicos y chicas. El libro es el relato de seiscientas perversiones, del infanticidio a la tortura, con una prolija descripción de las situaciones más atroces.
El manuscrito se perdió cuando Sade fue trasladado al manicomio de Charenton, para reaparecer misteriosamente en 1904, cuando lo compró un oscuro «médico alemán». En 1929, el vizconde Charles de Noailles y su esposa, Marie-Laure -los productores de L'Age d'Or de Salvador Dalí y Luis Buñuel-, compraron el original de «Las 120 jornadas de Sodoma y Gomorra» y encargaron a Maurice Heine una primera edición «solo para bibliófilos y suscriptores». El libro infernal y perdido comenzaba a transformarse en leyenda luciferina.
A la muerte de Marie-Laure de Noailles -emparentada lejanamente con el marqués de Sade-, el manuscrito pasó a ser propiedad de su hija, Nathalie, que confió el tesoro a un estudioso y editor. Años más tarde se descubrió que el original de Sade había sido robado y vendido a un coleccionista suizo, Gérard Nordmann. Comenzó una inconclusa batalla judidical entre Nordmann y el hijo de Nathalie de Noailles, Carlo Perrone, que llevan años enfrentándose ante los tribunales suizos y franceses.
Recobrar el manuscrito
Cuando parecía interminable el duelo jurídico entre los herederos de Normand y los herederos de los Noailles, intervino Bruno Racine, director de la muy institucional BNF, ofreciendo 5 millones de dólares, para recobrar el manuscrito de Sade, considerado ahora «tesoro nacional».
La batalla jurídica sigue su curso. Todas las partes dicen esperar un «final feliz». Para los herederos de los Normand y los Noailles, la batalla jurídica pudiera concluirse con un acuerdo económico, pagado por los contribuyentes franceses, si la BNF consigue imponer su oferta y recobrar el «tesoro» más escandaloso de la historia nacional.