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¡No siempre están los ánimos para fiestas! Pero ahora que se acercan los carnavales hay que rearmarse de positivismo y pensar que la vida es muy corta. Quiero desearle a una quinta (cumplimos años el mismo día) que se anime y vuelva a ver la vida de colores.
Ya están aquí los carnavales y como en Lagunilla siempre son fechas de jolgorio Que los paséis muy bien.
Saludos a todos.
Ya están aquí los carnavales y como en Lagunilla siempre son fechas de jolgorio Que los paséis muy bien.
Saludos a todos.
CARNAVALES
Amigo Manchega: este año se ve mucha tristeza por todas partes. Amigos que apenas se juntan en los cafés a tertuliar como era costumbre o, sin más, sacarle la sonrisa a la vida cotidiana. Los que por dicha aún esquivamos, y digo esquivamos porque es lo que hacemos, estos funestos acontecimientos que no cesan de deprimir a todo un pueblo; nos queda un inmerecido sentimiento de culpa, una carga moral de ser afortunados mientras otros muy conocidos y allegados familiares las están pasando “canutas”. Y todo lo que aparentemente marcha bien es suma efímera, un cómputo de actuaciones para poder sacar un brazo y nadar sobre las turbulentas acometidas. Estamos ante una situación escambrosa todo el mundo, pese a guardar las apariencias los más punteros. Si el gremio en el que te desenvuelves está asociado a un consumo ineludible (puede ser alimentación), cabe señalar que toda la competencia lucha por la fracción que le corresponde y, lamentablemente, es poca. Los bienes son hoy más limitados; jamás lo fueron en el pasado tan escasos y difíciles de mantener como lo son ahora. Vivimos en una batalla continua en el borde de un precipicio muy resbaloso; ardua tarea para profesionales que trabajamos en equipo. Pero sí, deberíamos levantar la cabeza y, en unos días al menos, desconectar. Siempre se acomete con más eficacia la tarea tras una pausa o descanso. La cabeza se vacía y deja entrar nuevas ideas, regenera las ganas de seguir luchando.
Con todo mi cariño para nuestro pueblo os deseo iluminación y fortaleza para superar esta racha de desafortunados trances.
Un abrazo Pedro G. G.
Amigo Manchega: este año se ve mucha tristeza por todas partes. Amigos que apenas se juntan en los cafés a tertuliar como era costumbre o, sin más, sacarle la sonrisa a la vida cotidiana. Los que por dicha aún esquivamos, y digo esquivamos porque es lo que hacemos, estos funestos acontecimientos que no cesan de deprimir a todo un pueblo; nos queda un inmerecido sentimiento de culpa, una carga moral de ser afortunados mientras otros muy conocidos y allegados familiares las están pasando “canutas”. Y todo lo que aparentemente marcha bien es suma efímera, un cómputo de actuaciones para poder sacar un brazo y nadar sobre las turbulentas acometidas. Estamos ante una situación escambrosa todo el mundo, pese a guardar las apariencias los más punteros. Si el gremio en el que te desenvuelves está asociado a un consumo ineludible (puede ser alimentación), cabe señalar que toda la competencia lucha por la fracción que le corresponde y, lamentablemente, es poca. Los bienes son hoy más limitados; jamás lo fueron en el pasado tan escasos y difíciles de mantener como lo son ahora. Vivimos en una batalla continua en el borde de un precipicio muy resbaloso; ardua tarea para profesionales que trabajamos en equipo. Pero sí, deberíamos levantar la cabeza y, en unos días al menos, desconectar. Siempre se acomete con más eficacia la tarea tras una pausa o descanso. La cabeza se vacía y deja entrar nuevas ideas, regenera las ganas de seguir luchando.
Con todo mi cariño para nuestro pueblo os deseo iluminación y fortaleza para superar esta racha de desafortunados trances.
Un abrazo Pedro G. G.
