COMULGAR CON RUEDAS DE MOLINOS
Como nos recuerda el amigo Manchega, tras tantos miramientos por proteger a los nuestros de las penurias pasadas, siempre, durante toda la historia habida y por haber se retorna hacia la miseria; somos tan inestables en nuestra evolución humana que resulta imposible eludir a perpetuidad tales desequilibrios sociales y económicos. Siempre tenemos que tener presente que, algún día, volveremos a “comulgar con ruedas de molino”.
Como nos recuerda el amigo Manchega, tras tantos miramientos por proteger a los nuestros de las penurias pasadas, siempre, durante toda la historia habida y por haber se retorna hacia la miseria; somos tan inestables en nuestra evolución humana que resulta imposible eludir a perpetuidad tales desequilibrios sociales y económicos. Siempre tenemos que tener presente que, algún día, volveremos a “comulgar con ruedas de molino”.
Por eso Pedro las iglesias se van vaciando ¡je, je, je!
Parece el remate chistoso para una realidad un tanto dura. Caja Navarra ha acabado mal pero Caja Duero no te digo nada. Más parados. ¿De verdad piensan que así se arregla algo?
Parece el remate chistoso para una realidad un tanto dura. Caja Navarra ha acabado mal pero Caja Duero no te digo nada. Más parados. ¿De verdad piensan que así se arregla algo?
¡Hola Miguel! Cuántos interrogantes se estarán haciendo en pos de mejorar esta situación, empresas, bancos y… quién sabe si el gobierno también. Han dejado de la mano de la providencia tantas veces las cosas. Da la impresión que el ver entrar tanto dinero en las arcas los aturde, los deja imbéciles. Así, digo yo, pensaron que sobraba tanto que debían subirse el sueldo hasta la aberración y, por qué no, se sintieron exentos de pagar ciertos tributos que, siendo quienes eran, nadie lo vería mal. Vender a un pueblo ideas de solidaridad no iba con ellos. El pastor guía las ovejas: ellas comen hierba y en la alforja ellos tiran del queso, del jamón; y el pan blanco solo lo catan en su mesa ¡Qué coman lo que quieran! Mientras al rebaño no le falte la alfalfa y el abrigo de un techo ni en el fuego leña. Si es normal ser ansioso. Todos lo somos. Pero… ¿Qué felicidad puede dar ver tanta tristeza? ¿No es mejor gozar de lo que se posee contemplando rostros satisfechos y caras que no den pena?
Saludos.
Saludos.