REIR EN NUESTRO TEATRO
Es curiosa nuestra vida, cargada de escenas siempre; unas voluntarias y otras muchas inocentes. Reímos ante las ajenas y nos avergüenzan las nuestras algunas veces. Damos importancia al espectador, mucho más que las que merece; pues él es también el actor de una corriente de embrujos que actúan ante nosotros siempre. Es tan simple ser humano y perder algunos papeles. El rol que interpretamos en familia nos enfrenta a realidades efímeras que casi nunca nos pertenece.
La reflexión profunda ata algunos cabos que, la precocidad de algunas respuestas, dejan a la intemperie. Así llegué, quizás azorado por un mal impulso, a sentir vergüenza de un gesto liberado; un exhorto canalizado desde lo más visceral. Y aún… me falta hallar el origen real. Es tan compleja la mente, tan maleable en sociedad.
Desde entonces me hace gracia el teatro, mi teatro tan natural.
Para todos mis paisanos desde el corazón.
Pedro G. G.
Es curiosa nuestra vida, cargada de escenas siempre; unas voluntarias y otras muchas inocentes. Reímos ante las ajenas y nos avergüenzan las nuestras algunas veces. Damos importancia al espectador, mucho más que las que merece; pues él es también el actor de una corriente de embrujos que actúan ante nosotros siempre. Es tan simple ser humano y perder algunos papeles. El rol que interpretamos en familia nos enfrenta a realidades efímeras que casi nunca nos pertenece.
La reflexión profunda ata algunos cabos que, la precocidad de algunas respuestas, dejan a la intemperie. Así llegué, quizás azorado por un mal impulso, a sentir vergüenza de un gesto liberado; un exhorto canalizado desde lo más visceral. Y aún… me falta hallar el origen real. Es tan compleja la mente, tan maleable en sociedad.
Desde entonces me hace gracia el teatro, mi teatro tan natural.
Para todos mis paisanos desde el corazón.
Pedro G. G.