LAGUNILLA: ¡TODO EL CAMPO ES OREGANO!...

¡TODO EL CAMPO ES OREGANO!

Dispensa el aroma de los buenos adobes en las carnes y, considerando también al tomillo, puede acompañar la maceración de las olivas destinadas al consumo directo. Ese tiempo establecido en el que, una vez rajadas, se tienen con algo de agua y vinagre; ajos y otros caprichos para que ceda el amargo que trae del olivo.