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LAGUNILLA: ¿Todo el monte es orégano? ¡Ojala!...

¿Todo el monte es orégano? ¡Ojala!
Por estos pagos, la expresión que utilizamos es “No todo el monte es orégano” Y, generalmente, nos referimos a que no es tan sencillo conseguir algo.
Esta apreciada planta por sus bondades culinarias y medicinales, más bien es escasa, pues no se da en todos los terrenos; incluso en Lagunilla y en otros pueblos serranos no es fácil de encontrar. Creo, goza de protección oficial, ¿alguien nos lo puede aclarar?, estando su corta sancionada administrativamente.
La planta en cuestión sirve para condimentar diversos alimentos, especialmente le va bien a la carne, la pongas como quieras, algunos pescados. A las aceitunas, como bien dice Pedro, también se le pone una vez quitada la acidez propia del fruto a base de cambiar aguas y mas aguas del recipiente que utilices para ello, o dejándolas dentro de un saco en la corriente de un arroyo de aguas limpias o utilizando sosa en su justa medida. En los primeros casos, es más rápido sajarlas, como se hacía y, aún hoy, hacen en el pueblo.
Y el olor. Es penetrante, agradable, embriagador y, yo diría, que hasta sensual.
Recuerdo, siendo adolescente, que previo a las fiestas de agosto, salíamos por los distintos alrededores, hacía el sur mirando a Extremadura, para recoger orégano y posteriormente ganarnos alguna pesetilla vendiéndolo a alguien que iba al pueblo con ese fin.
Este último verano, un primo muy querido por mi, nos regaló un buen manojo cogido en su finca, y vaya utilidad que le damos en la cocina y cuando uno esta doliente.
Durante todo este húmedo invierno, donde el catarro ha sido persistente a causa de la humedad, las infusiones de orégano, naranja y miel me han aliviado, coadyuvando a su curación. Gracias primo.