TRANSPARIENCIA
La sencillez con que se expresa la naturaleza nos deja mudos. Algo más complicados nos resulta a los humanos al transferir nuestros mensajes. Somos un laberinto de canales comunicativos en los que, a pesar de poseer la palabra como uno de los medios más efectivos, nos cuesta encauzar la elocuencia necesaria para ser capaces de hacer llegar o sentir los mismos efectos que ciertas imágenes recogidas por nuestros ojos ocasionan en nuestros sentidos. Imágenes que calan el cerebro y lo anegan de estremecedoras fantasías en las que descansan las perturbaciones para dejarnos gozar de sosiego curativo. Esta que apreciáis en la foto puede ser una de ellas.
¿Dónde está sacada?
La sencillez con que se expresa la naturaleza nos deja mudos. Algo más complicados nos resulta a los humanos al transferir nuestros mensajes. Somos un laberinto de canales comunicativos en los que, a pesar de poseer la palabra como uno de los medios más efectivos, nos cuesta encauzar la elocuencia necesaria para ser capaces de hacer llegar o sentir los mismos efectos que ciertas imágenes recogidas por nuestros ojos ocasionan en nuestros sentidos. Imágenes que calan el cerebro y lo anegan de estremecedoras fantasías en las que descansan las perturbaciones para dejarnos gozar de sosiego curativo. Esta que apreciáis en la foto puede ser una de ellas.
¿Dónde está sacada?
¡Esa es su grandeza! Ayudar a comunicar el sentir de lo que nos rodea, matices y sentimientos entremezclados.
Todos tenemos la capacidad de discernir unos u otros detalles de lo que vemos, solo hay que pausar el camino y disfrutar de él, deseando compartirlo y también porque no, desear que haya personas que puedan leer la mirada de quien la expone.
Esta en concreto pertenece a un remanso del arroyo de “Valdeparicia”.
Pedro, entiendo tu reflexión, en el fondo también es nuestra frustración querer expresar cosas y no poseer la elocuencia para hacerlo según nuestros deseos.
Saludos.
Todos tenemos la capacidad de discernir unos u otros detalles de lo que vemos, solo hay que pausar el camino y disfrutar de él, deseando compartirlo y también porque no, desear que haya personas que puedan leer la mirada de quien la expone.
Esta en concreto pertenece a un remanso del arroyo de “Valdeparicia”.
Pedro, entiendo tu reflexión, en el fondo también es nuestra frustración querer expresar cosas y no poseer la elocuencia para hacerlo según nuestros deseos.
Saludos.