IMÁGENES SEDUCTORAS
No me cabe la menor duda que en primavera, si hiciese un calor aceptable, más de uno se hubiese quitado la sed y refrescado la cara al toparse con esta deliciosa corriente de montaña. También me veo y veo gente trepando en los húmedos canchales y siguiendo el curso sonoro del agua que baja acariciando las peñas. Un silencio rasgado de espumosos salpicones viajeros y atrevidos que discurren incesantes de bella aventura, entre recovecos, ya caprichosos en el itinerario que han elegido.
No me cabe la menor duda que en primavera, si hiciese un calor aceptable, más de uno se hubiese quitado la sed y refrescado la cara al toparse con esta deliciosa corriente de montaña. También me veo y veo gente trepando en los húmedos canchales y siguiendo el curso sonoro del agua que baja acariciando las peñas. Un silencio rasgado de espumosos salpicones viajeros y atrevidos que discurren incesantes de bella aventura, entre recovecos, ya caprichosos en el itinerario que han elegido.