¡BUENOS DÍAS PUEBLO!
Quien tiene la suerte de despertar bajo la luz y los resplandores de este precioso paisaje en primavera, estoy convencido de que ha recibido un golpe de felicidad en el pecho; que ha sanado el pulmón de las inmundicias viciosas y que ha rejuvenecido una porrada de años.
Disfrutar de estos regalos que nuestro pueblo nos da produce esos milagros. Ver crecer la hierba, discurrir arroyos con generosidad en la pradera enverdeciendo y quitando la sed a los campos nos aliena. Nos envuelve y contamina de felicidad sensitiva que no precisa de otra explicación que no sea la luz y sus copiosos colores, sabores frescos de futuro en abundancia; de esperanza sin límites hacia el logro de toda abundancia precisa. Una Explosión de vida.
Quien tiene la suerte de despertar bajo la luz y los resplandores de este precioso paisaje en primavera, estoy convencido de que ha recibido un golpe de felicidad en el pecho; que ha sanado el pulmón de las inmundicias viciosas y que ha rejuvenecido una porrada de años.
Disfrutar de estos regalos que nuestro pueblo nos da produce esos milagros. Ver crecer la hierba, discurrir arroyos con generosidad en la pradera enverdeciendo y quitando la sed a los campos nos aliena. Nos envuelve y contamina de felicidad sensitiva que no precisa de otra explicación que no sea la luz y sus copiosos colores, sabores frescos de futuro en abundancia; de esperanza sin límites hacia el logro de toda abundancia precisa. Una Explosión de vida.