Salvando las distancias del tiempo y de los condicionantes sociales de cada época, los españoles de hoy, al igual que muchos otros ciudadanos europeos y del mundo, sufrimos las consecuencias del capitalísmo salvaje que esclaviza a los seres humanos en beneficio de unos pocos de sus congéneres.
En una etapa de la historia quienes poseían más fuerza física fueron quien dominaron el mundo. En la actualidad la forma de dominio es otra, pero con idénticos resultdos en los dominados: la esclavitud.
Parecía que las clases trabajadoras con su iconformismo y lucha en las últimas décadas de 1.800 y durante la primera mitad del siglo XX habían conseguido liberarse de sus opresores. Despues de la II Guerra Mundial los Estados europeos occidentales (los orientales estaban bajo la bota de Moscú), con las excepciones de España y Portugal, habían conseguido lo que se conoce como el estado del bienestar y que, en el caso de los españoles, hemos atisbado su existencia y disfrute parcial durante las últimas décadas (Entrada en la UE); sin embargo, con la caída del bloque oriental y el derrumbamiento del muro de Belín, con la consiguiente desaparición de la Guerra Fría, parece que poco a poco nuestro mundo de "progreso" se va desmoronando y que de nuevo volvemos a caer en las garras de la esclavitud, representada actualmente en lo que se conoce como los "mercados".
Lo anterior, me hace volver la vista a los tiempos de la República romana durante la cual cual tuvieron lular unos hechos, reseñados por la historia como la Guerra de los Esclavos o la Guerra de los Gladiadores sucedieron entre los años 73 y 71 antes de Cristo.
A pesar de la escasa relevancia que los cronistas romanos concedieron a este episodio de su historia, la rebelión de los gladiadores y esclavos liderada por Espartaco es uno de los más sorprendentes sucesos de la Roma de la época.
Resulta insólito que un grupo de poco más de 50 gladiadores se convirtiera en un auténtico ejército, y consiguiera imponerse durante dos años a las poderosas legiones enviadas a destruirlo.
Espartaco no sólo consiguió mover los cimientos sobre los que se asentaba el poder de Roma, sino que dio al pueblo desheredado unos ideales en los que creer.
En nuestros tiempos y en nuestro país, ahora parece que el pueblo esté desheredado, los partidos políticos están inmersos en la corrupción y el descrédito, las organizaciones sociales desprestigiadas, las instituciones del Estado -desde la Jefatura del Estado, pasando por El Gobierno, Parlamento, judicatura, etc.-, los bancos y cajas de ahorro parcen cuevas de ladrones moviéndose en escándalos en los que no faltan el tráfico de favores, el nepotismo, la injusticia, el cohecho, las resoluciones injustas, el robo, el expolio de todos los bienes públicos, la arbitrariedad, el favorecimiento de los amiguitos del alma, el poner la mano a cambio de hacer algo penado por la ley, la manipulación de los tribunales, la modificación de las leyes en benefio de unos pocos y en contra de la mayoría, la desvergüenza con que actúan lo detentares del poder,..., en fin, la situación de inmoralidad generalizada, donde los corruptos una y otra vez son mandatados por el "pueblo" para que dirija sus destinos a la miseria sin ser conscientes de ello.
Como la actual situación parece que nadie será capaz de detenerla. Si ello llegara a ser así, que nadie dude que en un futuro no muy lejano la inmensa mayoría de las personas pasarán a un estado de idigencia y dependerán de las migajas que unos pocos potentados dejen caer de su mesa.
En estos tiempos difíciles, quizá sería el momento de leer algo sobre lo acontecido con Espartaco en aquellos tiempos lejanos de la roma republicana. A tales efectos, tenemos una serie de libro y autores que pueden refrescarnos la memoria sobre la lucha que los seres humanos de entonces tuvieron que librar para sacudirse las cadenas que los sometían a meros instrumentos de producción, diversión y consumo.
Espartaco, de Howard Fast. Este autor vinculado al partico comunista de Estados Unidos, en 1951 publico su obra, no sin inmensas dificultades y persecuciones por los guardianes de la pureza capitalista y anticomunista que lideraba el Director del FBI J. Edgar Hoover, que impuso un estado policial en Norteamérica. Su obra fue llevada al cine y la hizo famosa por la interpretación que hace Kirk Douglas.
Arthur Koestler, hungaro de origen judío, en 1.940 público su obra. Este autor también hunde sus raíces ideológicas en el comunismo, habiendo sido testigo del triunfo de los totalitarismos de su época (nacismo, fascismo, franquismo, comunismo).
Max Gallo, político comunista francés de origen italiano, acabo siendo socialista en partido de esta denominación en Francia. En 2007 publico su obra sobre el mismo tema de Espartaco.
Ahora, al menos en España, nos falta un lider que nos conduzca, no sin sacrificio, a la liberación a la que nos someten los mercados, personificada en nuestro inmorales gobernantes.
En una etapa de la historia quienes poseían más fuerza física fueron quien dominaron el mundo. En la actualidad la forma de dominio es otra, pero con idénticos resultdos en los dominados: la esclavitud.
Parecía que las clases trabajadoras con su iconformismo y lucha en las últimas décadas de 1.800 y durante la primera mitad del siglo XX habían conseguido liberarse de sus opresores. Despues de la II Guerra Mundial los Estados europeos occidentales (los orientales estaban bajo la bota de Moscú), con las excepciones de España y Portugal, habían conseguido lo que se conoce como el estado del bienestar y que, en el caso de los españoles, hemos atisbado su existencia y disfrute parcial durante las últimas décadas (Entrada en la UE); sin embargo, con la caída del bloque oriental y el derrumbamiento del muro de Belín, con la consiguiente desaparición de la Guerra Fría, parece que poco a poco nuestro mundo de "progreso" se va desmoronando y que de nuevo volvemos a caer en las garras de la esclavitud, representada actualmente en lo que se conoce como los "mercados".
Lo anterior, me hace volver la vista a los tiempos de la República romana durante la cual cual tuvieron lular unos hechos, reseñados por la historia como la Guerra de los Esclavos o la Guerra de los Gladiadores sucedieron entre los años 73 y 71 antes de Cristo.
A pesar de la escasa relevancia que los cronistas romanos concedieron a este episodio de su historia, la rebelión de los gladiadores y esclavos liderada por Espartaco es uno de los más sorprendentes sucesos de la Roma de la época.
Resulta insólito que un grupo de poco más de 50 gladiadores se convirtiera en un auténtico ejército, y consiguiera imponerse durante dos años a las poderosas legiones enviadas a destruirlo.
Espartaco no sólo consiguió mover los cimientos sobre los que se asentaba el poder de Roma, sino que dio al pueblo desheredado unos ideales en los que creer.
En nuestros tiempos y en nuestro país, ahora parece que el pueblo esté desheredado, los partidos políticos están inmersos en la corrupción y el descrédito, las organizaciones sociales desprestigiadas, las instituciones del Estado -desde la Jefatura del Estado, pasando por El Gobierno, Parlamento, judicatura, etc.-, los bancos y cajas de ahorro parcen cuevas de ladrones moviéndose en escándalos en los que no faltan el tráfico de favores, el nepotismo, la injusticia, el cohecho, las resoluciones injustas, el robo, el expolio de todos los bienes públicos, la arbitrariedad, el favorecimiento de los amiguitos del alma, el poner la mano a cambio de hacer algo penado por la ley, la manipulación de los tribunales, la modificación de las leyes en benefio de unos pocos y en contra de la mayoría, la desvergüenza con que actúan lo detentares del poder,..., en fin, la situación de inmoralidad generalizada, donde los corruptos una y otra vez son mandatados por el "pueblo" para que dirija sus destinos a la miseria sin ser conscientes de ello.
Como la actual situación parece que nadie será capaz de detenerla. Si ello llegara a ser así, que nadie dude que en un futuro no muy lejano la inmensa mayoría de las personas pasarán a un estado de idigencia y dependerán de las migajas que unos pocos potentados dejen caer de su mesa.
En estos tiempos difíciles, quizá sería el momento de leer algo sobre lo acontecido con Espartaco en aquellos tiempos lejanos de la roma republicana. A tales efectos, tenemos una serie de libro y autores que pueden refrescarnos la memoria sobre la lucha que los seres humanos de entonces tuvieron que librar para sacudirse las cadenas que los sometían a meros instrumentos de producción, diversión y consumo.
Espartaco, de Howard Fast. Este autor vinculado al partico comunista de Estados Unidos, en 1951 publico su obra, no sin inmensas dificultades y persecuciones por los guardianes de la pureza capitalista y anticomunista que lideraba el Director del FBI J. Edgar Hoover, que impuso un estado policial en Norteamérica. Su obra fue llevada al cine y la hizo famosa por la interpretación que hace Kirk Douglas.
Arthur Koestler, hungaro de origen judío, en 1.940 público su obra. Este autor también hunde sus raíces ideológicas en el comunismo, habiendo sido testigo del triunfo de los totalitarismos de su época (nacismo, fascismo, franquismo, comunismo).
Max Gallo, político comunista francés de origen italiano, acabo siendo socialista en partido de esta denominación en Francia. En 2007 publico su obra sobre el mismo tema de Espartaco.
Ahora, al menos en España, nos falta un lider que nos conduzca, no sin sacrificio, a la liberación a la que nos someten los mercados, personificada en nuestro inmorales gobernantes.