LUENGOS AÑOS DE AÑORANZAS (7ª)
Y es tan sencillo distraerse como la suerte de encontrar gente de confianza con la cual charlar un rato sentado a su lado. Tiempo y tiempo insustancial, sobrado de vaguedades curiosas pero con un alto compañerismo. Es el pueblo, para el visitante conocido, una parada en la calle donde espera hallar un amigo y, cada vez que alguien se cruza a su lado, trata de saber quién puede ser, de dónde ha venido; si estará mucho o poco y cómo le ha ido. Somos todos tan nómadas, tan apegados y dispersos. Es por ello que al encontrarnos en casa, con la tribu; tenemos la necesidad de saber de su odisea por otros mundos.
Y es tan sencillo distraerse como la suerte de encontrar gente de confianza con la cual charlar un rato sentado a su lado. Tiempo y tiempo insustancial, sobrado de vaguedades curiosas pero con un alto compañerismo. Es el pueblo, para el visitante conocido, una parada en la calle donde espera hallar un amigo y, cada vez que alguien se cruza a su lado, trata de saber quién puede ser, de dónde ha venido; si estará mucho o poco y cómo le ha ido. Somos todos tan nómadas, tan apegados y dispersos. Es por ello que al encontrarnos en casa, con la tribu; tenemos la necesidad de saber de su odisea por otros mundos.