AHÍ TE QUEDAS CANDELAS
Todo inicio llena de ilusión un posible futuro por aquello en lo que nos abocamos de pleno. Y permanecemos en ello pese a los esfuerzos extras que, con gusto, se requieren en ciertos momentos. Son gajes de la misma lucha en la trayectoria, el disfrute de esos momentos felices lo exige y, su recompensa, hace que ciertas molestias sean soslayadas. Lo aterrador es sentirse estúpido por forzar un ritmo de marcha cuando los expedicionarios ya se han rendido y se hallan tirados en la cuneta. Confío en que ese no es nuestro caso y doy por sentado la necesidad de los descansos para lograr alcanzar mejores metas. Y, si tenemos desertores porque se van hacia otras rutas que no son las nuestras, le mandamos el ademán cariñoso de “hasta pronto” paisano. Aunque en su mirada hastiada podamos leer la respuesta: <”Ahí te quedas Candelas”>.
Todo inicio llena de ilusión un posible futuro por aquello en lo que nos abocamos de pleno. Y permanecemos en ello pese a los esfuerzos extras que, con gusto, se requieren en ciertos momentos. Son gajes de la misma lucha en la trayectoria, el disfrute de esos momentos felices lo exige y, su recompensa, hace que ciertas molestias sean soslayadas. Lo aterrador es sentirse estúpido por forzar un ritmo de marcha cuando los expedicionarios ya se han rendido y se hallan tirados en la cuneta. Confío en que ese no es nuestro caso y doy por sentado la necesidad de los descansos para lograr alcanzar mejores metas. Y, si tenemos desertores porque se van hacia otras rutas que no son las nuestras, le mandamos el ademán cariñoso de “hasta pronto” paisano. Aunque en su mirada hastiada podamos leer la respuesta: <”Ahí te quedas Candelas”>.