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LAGUNILLA: ¡Hola Miguel! Me has traído a la memoria aquellos años...

Hola. Hace tiempo que no participo, aunque os sigo a diario. Aquí os pongo un texto sobre el palacio de mediados del siglo pasado, cuando se puso a la venta. Seguro que os resulta interesante:

" Un palacio con jardín y cuadra accesorios, que en el casco de Lagunilla perteneció al obispado de Coria, de 3.878 pies de superficie en el cuerpo del edificio y cuadra, y de 6.776 en el jardín (837 metros y 30 centímetros). Compuesto de piso bajo, principal y buhardillas habitables, con un pozo de aguas claras y otro para las inmundas. Se halla el mejor estado de conservación; su mayor parte es de sillería y los entramados horizontales de que consta tienen maderas de bastante escuadra y dimensiones. Linda por E., O y N. con calles públicas y E con casa de Vicente Calvo.
Está arrendado por la cantidad de 125 reales, cuyo arrendamiento concluye el 29 de septiembre próximo. Y capitalizado importa 2.812 reales más 50 cts.
Tasado por los peritos en 340 reales en renta y 8.000 en venta, por cuya cantidad sale a subasta."

Como veis hay alguna que otra pequeña errata, se repite el Este y en uno de los casos debe tratarse del sur.

Me refiero al siglo XIX. Perdonad, pero los que estamos a caballo entre ambos siglos a veces nos desubicamos. Supongo que la mayoría de los que seguís el foro estáis en el mismo caso que yo.
Un saludo

¡Hola Miguel! Me has traído a la memoria aquellos años en los que aún había gente que calculaba en reales. Es curioso que la peseta se compusiese de dos monedas (aquellas que tenían sendos agujeros) y muchos de nosotros (los más jóvenes por aquel entonces) cometiéramos el error de contestar a eso de: ¿Cuántos reales tiene una peseta? Con gran precocidad ¡Dos! Cuando literalmente son cuatro. Luego nos echábamos unas risas por esa traición de la mente. Entre la alcurnia gitana (todavía en los años setenta <1970>) era fácil oírles hablar de reales. Incluso, enfrente del mostrador, cuando iniciaba la profesión que hoy tengo; demandaban ellos la traducción a reales para tener mejor conciencia de la cuantía que se les requería en pesetas. Ahí me cuidé muy mucho de no confundir que esas dos monedas eran cuatro… por evitar con ellos una calurosa algarabía de razones y líos por los que, sin remedio, estas gentes siempre estaban prestas. Y el duro son veinte reales ¡Para que darle más vueltas!

Mis saludos Miguel