EL PODER DEL DINERO
Hoy más que ayer. Siempre fueron los reales quienes doblegaban la voluntad, ahora son los euros ¡Dichosa pasta! El que no tiene un duro nunca tiene nada. Ya lo dice la canción: “Si no tienes un duro no te hace caso nadie, en cambio si lo tienes… amigos a millares.”
Hubo una época en que todos tenían y a nadie le faltaba. Debió de ser un falso regalo que más tarde se pagara, porque ni en los bancos esas monedas se hallaba. Y todos los números computados, papeles o pagarés; llenaban de falsa moneda las cajas. Se inventó el dinero electrónico para transportar riqueza sin que pesara. Así nos fue ligero vaciar la cartera sin que se mostrara. A quién le duele que le duela, despilfarrar sin ahorrar es lo que se llevaba. Se desterró la pobreza. Era plausible. Y, como no sonaba descabellado embargarse, algunos descerebrados ahí apostaban. Cuanto poder da el dinero mientras dura entre cábalas contables poco claras.
Hoy más que ayer. Siempre fueron los reales quienes doblegaban la voluntad, ahora son los euros ¡Dichosa pasta! El que no tiene un duro nunca tiene nada. Ya lo dice la canción: “Si no tienes un duro no te hace caso nadie, en cambio si lo tienes… amigos a millares.”
Hubo una época en que todos tenían y a nadie le faltaba. Debió de ser un falso regalo que más tarde se pagara, porque ni en los bancos esas monedas se hallaba. Y todos los números computados, papeles o pagarés; llenaban de falsa moneda las cajas. Se inventó el dinero electrónico para transportar riqueza sin que pesara. Así nos fue ligero vaciar la cartera sin que se mostrara. A quién le duele que le duela, despilfarrar sin ahorrar es lo que se llevaba. Se desterró la pobreza. Era plausible. Y, como no sonaba descabellado embargarse, algunos descerebrados ahí apostaban. Cuanto poder da el dinero mientras dura entre cábalas contables poco claras.