LAGUNILLA: PERROS DE COMPAÑÍA...

PERROS DE COMPAÑÍA

¡Ay esos perros! Aquellos de dos patas. Los que no mueven el rabo pero muerden en lo sagrado destrozando confianzas y amistad.

Yo siempre he pensado que hay humanos conscientes e inconscientes, personas que saben cuando traicionan y hacen mal como esas otras ingenuas; almas cándidas que se conducen por instintos súbitos e irreflexivos sin reparar en las consecuencias que conlleva ese acto. Carecen de la empatía necesaria y. ello mismo, les hace sufrir tanto o más que al que han perjudicado. Es complicado prejuzgar cuando se conocen tanta debilidad en el ser humano.

Escuchamos muchas veces que la mejor compañía del hombre es su perro, que siempre le es fiel al amo pese al trato que reciba de él. Por qué no tomamos nota y procuramos ser fieles (con prudencia) a ese hombre (yo preferiría llamarlo “ser humano”) que tan semejante a nosotros lo hizo la naturaleza y le brindamos las mismas comodidades que a nuestro perro: agua, pan y un abrazo para que se sienta querido pese a sus fracasos. Y, que no se nos olvide, también les daremos clase de comportamiento; como se le dio a nuestro perro. El resultado mejorará ¡Estoy seguro!