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LAGUNILLA: ENCUENTROS EN SALAMANCA...

ENCUENTROS EN SALAMANCA

¿Cómo iniciar a contaros? No lo sé. Simplemente fue llegar al hotel y, a pesar del cansancio, de lo apartado que estábamos del centro de la ciudad; nos armamos de coraje para salir y darnos una vuelta hasta la Plaza Mayor. Deberíamos inspeccionar, medir y cronometrar el tiempo real que tardaríamos en llegar allá. Treinta minutos. Fuimos despacio bajo un calor sofocante, nos retrasaba la curiosidad. En recepción asentían que serían veinte minutos pero… Quizás tuvo algo que ver la febril hora en que nos pusimos en marcha, el renco arrastre del cuerpo o, si sirve de escusa, las intermitentes paradas para fotografiar algunas curiosidades.

-Si vuelven cansados pueden coger un taxi. – Fue uno de los conejos que nos dieron ¿o el único? Lo cierto es que había autobuses comarcales o líneas urbanas muy cerca (en Navarra los llamamos villavesas). Reparamos en ello a los pocos días pero ya nos hicimos a ese paseo cotidiano y no queríamos dejar esa saludable actividad que nos ayudaba con los abusos de nutrición. Si, sí; no se podía reprimir catar esos farinatos, ni chafarinas; incluso hubo antojos de chuletón de morucha, de morcilla calabacera. El morcón y el jamón ibérico ya lo teníamos muy reconocido. Patatas remeneas, sacatrapos; dulces y más dulces que nos iluminaban los ojos pero que, muy a nuestro pesar, por no dejar inservibles nuestra ropa sensiblemente justa de talla, como os digo… ¡Lástima! Ahí se quedaron para la próxima envestida.

Estamos hablando de Salamanca, no de Lagunilla; por ello seré escueto pero no lacónico en justificar esta intrusión con la piadosa benevolencia de daros a conocer a Miguel Sánchez González. El forero que tanto ayuda a mantenernos activos con sus preguntas e investigaciones, el señor y caballero que se halla a la derecha de esta foto. No necesito deciros lo correcto que es. El nos brindó la oportunidad de conocerle aprovechando mi estancia en la ciudad y así, un día soleado, tras algunas llamadas telefónicas nos juntamos en la plaza tan popular de dicha ciudad. Nos obsequió con una de sus obras y, viendo que portaba en ese momento sobre mí mesa el ejemplar que compré a Mónica en Lagunilla, ese profundo trabajo sobre el entorno de nuestro origen y gentes; el que conocemos por “Montemayor” y presenta la recopilación de sus hallazgos en tanto al estudio del concejo medieval a los ayuntamientos contemporáneos y nos introduce en sucesos que ocurrieron en Aldeacipreste, Baños, Calzada, Cristóbal, Colmenar… Nombres tan cercanos a nosotros como. El Cerro, Horcajo, Lagunilla y ¡cómo no! Cómo no considerarlo un libro nuestro. También éste nos lo dedicó.

También merece que conozcáis la intrigante novela que se ha revelado sobre “El Castillo de Montemayor”. Es entretenida y enreda ciertas suspicacias de realidad. A mí no me quedó otra que visitar aquel castillo de Montemayor del Rio tras comenzar a leerla.
Ahora quiero, por este medio, agradecerle esas horas que él nos acompaño e hizo de guía y nos dio a conocer algunos centros como Las Salinas o el convento de St. María de Dueñas (lugar en el que presumiblemente Cristóbal Colón solicitó ayuda a los Reyes para su expedición a Las Indias), entre otros. Fue una velada muy interesante.

Otra vez… ¡Gracias Miguel!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
hola gente linda ¡como en argentina estamos en invierno, voy a intentar hacer MIGAS siguiendo la receta de la cocina de la Ruby.. vamos a ver que tal me salen...