Es verdad que los ánimos se apaciguan pasado el
verano pero no por ello se nos ha de volver estéril el espíritu. El
otoño está lleno de matices que disfrutarlo, sea en la ciudad sea en el
campo, reanima plenalmente ese ánimo decaído posvacacional.
Se ha de estar en
Lagunilla, aunque solo sea un fin de semana, si hay la suerte de que llueve un poco estos días, por los
Santos te aseguro que los ánimos se renuevan de nuevo.
Saludos.