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DORMIR BAJO EL HIELO
Ahora, dentro de nada, volveremos a estar envueltos en las bajas temperaturas. El frio nos hará poner la piel pálida y nos abrigaremos concienzudos de que así no perdemos nuestra temperatura adecuada para sentirnos seres animados. De no tomar esas medidas pereceríamos de estímulos por salir de casa, del amparo de nuestras calefacciones; seriamos cobardes recluidos e invernados hasta nuevos cambios de temperatura.
Gracias a la habilidad humana hemos sabido aprovechar los cueros y las lanas de nuestros animales, de esos que rondan por cada pueblo; y así, con buenas botas y gruesa pelliza, siguen los pastores y labradores produciendo. Las ollas con sopas le dan aliento. Un potencial de energía sobre el llar, ante la lumbre asistida de leños; marca el ritmo calorífico del serrano, apegado a los buenos pucheros: las migas con tocino y chorizo en horas del almuerzo. Y ya, a eso del medio día, pasaba el ángelus los garbanzos y las habichuelas, las lentejas con puerros; la caldereta de cabrito u cordero. Son momentos gloriosos la mesa para dormir bajo el hilo.
Saludos amigos y, a pesar de las dificultades, pasad un grato invierno.
Ahora, dentro de nada, volveremos a estar envueltos en las bajas temperaturas. El frio nos hará poner la piel pálida y nos abrigaremos concienzudos de que así no perdemos nuestra temperatura adecuada para sentirnos seres animados. De no tomar esas medidas pereceríamos de estímulos por salir de casa, del amparo de nuestras calefacciones; seriamos cobardes recluidos e invernados hasta nuevos cambios de temperatura.
Gracias a la habilidad humana hemos sabido aprovechar los cueros y las lanas de nuestros animales, de esos que rondan por cada pueblo; y así, con buenas botas y gruesa pelliza, siguen los pastores y labradores produciendo. Las ollas con sopas le dan aliento. Un potencial de energía sobre el llar, ante la lumbre asistida de leños; marca el ritmo calorífico del serrano, apegado a los buenos pucheros: las migas con tocino y chorizo en horas del almuerzo. Y ya, a eso del medio día, pasaba el ángelus los garbanzos y las habichuelas, las lentejas con puerros; la caldereta de cabrito u cordero. Son momentos gloriosos la mesa para dormir bajo el hilo.
Saludos amigos y, a pesar de las dificultades, pasad un grato invierno.