LOS BURROS QUE NOS LLEVAN
Había antes burros trabajadores y “cariñosos” que nos estimulaban con su ejemplo dando a nuestras vicisitudes armonía y felicidad. Producía riqueza modesta esta labor de conjunto; nunca importó quién aportaba más y, en nuestra lerda cooperación, hubo vida de calidad.
No acierto a saber cuándo. El rucio perdió torpeza, las orejas se le achicaron; dejó de rebuznar. Creo que le asesaron los dioses tanto que ya no quiere trajinar con pobres y se codea entre ministerios de la más alta sociedad ¡Cuánto te echo de menos burro! Qué hay de aquellos recuerdos… Cuando dormías en el pajar.
Había antes burros trabajadores y “cariñosos” que nos estimulaban con su ejemplo dando a nuestras vicisitudes armonía y felicidad. Producía riqueza modesta esta labor de conjunto; nunca importó quién aportaba más y, en nuestra lerda cooperación, hubo vida de calidad.
No acierto a saber cuándo. El rucio perdió torpeza, las orejas se le achicaron; dejó de rebuznar. Creo que le asesaron los dioses tanto que ya no quiere trajinar con pobres y se codea entre ministerios de la más alta sociedad ¡Cuánto te echo de menos burro! Qué hay de aquellos recuerdos… Cuando dormías en el pajar.