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IMPOSIBLES
Tenemos una asignatura pendiente:
Dejar atrás el querer ser señoritos y destacar por nuestro poder ante los demás. Hasta que la humanidad no tome conciencia de su importancia como eslabón imprescindible y se comporte con la nobleza que corresponde al afán de lograr una sociedad justa para todos y bañada en la confianza de que tenemos que cooperar para que a cada uno de nosotros no nos falte el sostén que dignifica la existencia: un techo, comida; posibilidad de nutrir nuestra curiosidad intelectual y, sobre todo, respeto ante las deficiencias comparativas. Dios da virtudes para todos y, de la soberbia, se encarga el diablo. Yo siempre he pensado que es imposible cambiar ciertos vicios humanos que, de erradicarlos, nos daría a todos la satisfacción que todo el mundo añora; pero… Es nuestra naturaleza envidiar y juzgar lo ajeno. Poner dificultades y zancadillas a quienes nos hacen sombra y disfruta aquello a lo que, posiblemente, otros no estábamos destinados. Nos bastaría, para ser una especie protegida, el mismo cariño y cuidado que se dan entre buenos hermanos. De no ser así, la sociedad humana, es una quimera; una ilusión. Nadie quiere dormir entre ladrones y desalmados.
Saludos
Tenemos una asignatura pendiente:
Dejar atrás el querer ser señoritos y destacar por nuestro poder ante los demás. Hasta que la humanidad no tome conciencia de su importancia como eslabón imprescindible y se comporte con la nobleza que corresponde al afán de lograr una sociedad justa para todos y bañada en la confianza de que tenemos que cooperar para que a cada uno de nosotros no nos falte el sostén que dignifica la existencia: un techo, comida; posibilidad de nutrir nuestra curiosidad intelectual y, sobre todo, respeto ante las deficiencias comparativas. Dios da virtudes para todos y, de la soberbia, se encarga el diablo. Yo siempre he pensado que es imposible cambiar ciertos vicios humanos que, de erradicarlos, nos daría a todos la satisfacción que todo el mundo añora; pero… Es nuestra naturaleza envidiar y juzgar lo ajeno. Poner dificultades y zancadillas a quienes nos hacen sombra y disfruta aquello a lo que, posiblemente, otros no estábamos destinados. Nos bastaría, para ser una especie protegida, el mismo cariño y cuidado que se dan entre buenos hermanos. De no ser así, la sociedad humana, es una quimera; una ilusión. Nadie quiere dormir entre ladrones y desalmados.
Saludos