EL RENDIMIENTO ANUAL
Ha llegado la hora de hacer un balance productivo del año. Un largo periodo de tiempo invertido que ahora examinamos concienzudamente ¿Mereció la pena?
Hemos estado ocupado en enriquecernos lo suficiente para seguir subsistiendo ante las dificultades que acontecían, padeciendo fatigas de necesidad para enfrentar nuestras dificultades. Ha sido un año difícil. Quién más o menos no lo ha sentido así. Llevamos ya mucho lastre a nuestras espaldas desde la depresión económica. Nuestro ánimo e ilusiones tocan fondo, hace mella la esperanza sobre el futuro y ello causa antipatía hacia el presente con el que despertamos cada día. La Navidad y el fin de año carecen de ese clamor de antaño.
La ciudad tiene ahora el colorido y los ornamentos dignos para el evento periódico que cada uno de nosotros ya ha reiterado cada año anterior por estas fechas, unas veces más fervorosos que otras; es muy bueno seguir intentando el estímulo por vivir y dar otro paso pese a las incesantes zancadillas. Adelantar nuestra posición, aunque tan sólo sea un insignificante paso, nos recuerda que estamos vivos y que todo puede cambiar si avanzamos.
Con todo el cariño del mundo os deseo fuerza y felicidad, pero sobre todo… No perdáis la esperanza. Un abrazo paisanos.
Ha llegado la hora de hacer un balance productivo del año. Un largo periodo de tiempo invertido que ahora examinamos concienzudamente ¿Mereció la pena?
Hemos estado ocupado en enriquecernos lo suficiente para seguir subsistiendo ante las dificultades que acontecían, padeciendo fatigas de necesidad para enfrentar nuestras dificultades. Ha sido un año difícil. Quién más o menos no lo ha sentido así. Llevamos ya mucho lastre a nuestras espaldas desde la depresión económica. Nuestro ánimo e ilusiones tocan fondo, hace mella la esperanza sobre el futuro y ello causa antipatía hacia el presente con el que despertamos cada día. La Navidad y el fin de año carecen de ese clamor de antaño.
La ciudad tiene ahora el colorido y los ornamentos dignos para el evento periódico que cada uno de nosotros ya ha reiterado cada año anterior por estas fechas, unas veces más fervorosos que otras; es muy bueno seguir intentando el estímulo por vivir y dar otro paso pese a las incesantes zancadillas. Adelantar nuestra posición, aunque tan sólo sea un insignificante paso, nos recuerda que estamos vivos y que todo puede cambiar si avanzamos.
Con todo el cariño del mundo os deseo fuerza y felicidad, pero sobre todo… No perdáis la esperanza. Un abrazo paisanos.