Agua por mayo, pan para todo el año
Sin embargo, en las tierras de cereales se aprecia la sequedad y dureza del terreno, las plantas de trigo y cebada comienzan a tornarse amarillentas, denotando la falta de humedad en los terrenos más altos y llanos; los agricultores se quejan y dicen que si en los próximos 10 días no llueve las cosechas peligran.
Hemos comenzado mayo con tiempo estable y seco, con altas temperaturas. Las praderas se muestran verdes y abundantes de comida, lo que posibilita estén llenos de cabezas de ganado con sus crías, gordas y lozanas; el campo parece tapiz lleno de colores y tonalidades; las amapolas, margaritas y magarzos llenan las cunetas; el amarillo de la colza –cada vez con más presencia- salpica y alterna con los distintos verdes de la avena, trigo y cebada; los encinares están en plena floración, las hojas de los robles se nos muestran ya; los fresnos llenos de hojas; las cepas de las viñas con hojas y en floración; las jaras, escobas, brezos y cantuesos dan colorido a nuestros recorridos serranos y los frutales, como la rama del cerezo de la fotografía, aparecen espléndidos llenos de fruta, que en pocas semanas empezaremos ya a degustar.
Se acerca San Isidro, esperemos que, si no llueve antes, el santo patrono de los agricultores realice el milagro de que las nubes nos dejen la humedad suficiente para que se cumpla lo que dice el encabezamiento.
Sin embargo, en las tierras de cereales se aprecia la sequedad y dureza del terreno, las plantas de trigo y cebada comienzan a tornarse amarillentas, denotando la falta de humedad en los terrenos más altos y llanos; los agricultores se quejan y dicen que si en los próximos 10 días no llueve las cosechas peligran.
Hemos comenzado mayo con tiempo estable y seco, con altas temperaturas. Las praderas se muestran verdes y abundantes de comida, lo que posibilita estén llenos de cabezas de ganado con sus crías, gordas y lozanas; el campo parece tapiz lleno de colores y tonalidades; las amapolas, margaritas y magarzos llenan las cunetas; el amarillo de la colza –cada vez con más presencia- salpica y alterna con los distintos verdes de la avena, trigo y cebada; los encinares están en plena floración, las hojas de los robles se nos muestran ya; los fresnos llenos de hojas; las cepas de las viñas con hojas y en floración; las jaras, escobas, brezos y cantuesos dan colorido a nuestros recorridos serranos y los frutales, como la rama del cerezo de la fotografía, aparecen espléndidos llenos de fruta, que en pocas semanas empezaremos ya a degustar.
Se acerca San Isidro, esperemos que, si no llueve antes, el santo patrono de los agricultores realice el milagro de que las nubes nos dejen la humedad suficiente para que se cumpla lo que dice el encabezamiento.