Sebas, nuestro abuelo era una persona inteligente, con buena memoria, trabajador infatigable, honrado (que mereció la confianza de sus convecinos y de personas con relevancia en
Lagunilla), cumplidor de sus deberes, muy sociable con todo el mundo. Cuando, siendo pequeño, lo acompañaba a buscar
agua a cualquiera de las
fuentes del
pueblo o a las diferentes
fincas que tenía, a todo el mundo saludaba y todos le preguntaban como estaba, donde iba y de quien era el nieto que junto a él marchaba.
Sacó
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