El céntimo sanitario
De nuevo hoy, España, por culpa de los inútiles que nos gobiernan se ha llevado un revolcón ante un tribunal europeo. En este caso, ese revolcón, va a suponer que se tengan que devolver a los ciudadanos un total de 13.000 millones de euros, desde que a Aznar se le ocurrió poner un impuesto –uno más- a los combustibles de automoción, al que llamaron céntimo sanitario, aunque en algunos casos supone hasta 6 céntimos de euros de recargo, según comunidad autónoma, para contribuir a tener una mejor sanidad. Este era el fin que lo justificaba.
Como por encima de los mandarines nacionales hay otros en Europa, hubo quien demandó al gobierno español, y ahora ese tribunal se pronuncia diciendo que España ha vulnerado la normativa europea, que el impuesto es ilegal y se ha actuado de mala fe.
Han recaudado lo que han querido, pero el fin para el que supuestamente tenía que ir el dinero sisado, debe haber ido a otro sitio puesto que la sanidad que se nos presta cada vez lo es de menos calidad y menos derechos: se suprimen médicos y enfermeras, se restringen servicios, se pone un copago a los medicamentos o se sacan del sistema, suprimen camas y cierran plantas en los hospitales, aparatos imprescindibles se estropean y no reparan, las listas de espera son kilométricas, hasta hay hospitales donde el paciente tiene que llevar manta, sábanas y toallas; se regalan servicios a los amiguitos de alma,… ¡Una sinvergonzonería, una estafa!
¿Cómo se van a devolver esos 13.000 millones? ¿Quién guardó los tickets y factura cada vez que llenaba el depósito? Las empresas no tendrán problemas, tendrán sus documentos, los particulares ninguno ¿Cómo se nos compensará?
De este descalabro no se libra nadie. Lo hizo Aznar, lo mantuvo Zapatero y Rajoy lo sigue. Las comunidades autónomas también pusieron su céntimo, amparándose en lo mismo que el gobierno central, encarecieron el coste del transporte y por consiguiente se elevó la carestía de la vida, nos empobrecen con sus medidas “salvadoras” y poco más, pero la sanidad no mejoró, ni su financiación, ni sus servicios.
A la junta de amigos de Valladolid le corresponden devolver 50 millones, solo correspondientes a 9 meses de 2012 ¿Cómo y cuándo nos lo devolverán?
Gracias al empresario de Tarragona que se atrevió a demandar al Estado. España lo sabía, actuó de mala fe al actuar con la única exclusividad de recaudar. Era poner un impuesto sobre otro ya existente y, durante 10 años, se ha mantenido de una manera dolosa para todos.
Canarias, País Vasco Aragón y La Rioja, no lo aplicaron. La devolución no será de oficio, los interesados deberán instarlo por vía administrativa.
De nuevo hoy, España, por culpa de los inútiles que nos gobiernan se ha llevado un revolcón ante un tribunal europeo. En este caso, ese revolcón, va a suponer que se tengan que devolver a los ciudadanos un total de 13.000 millones de euros, desde que a Aznar se le ocurrió poner un impuesto –uno más- a los combustibles de automoción, al que llamaron céntimo sanitario, aunque en algunos casos supone hasta 6 céntimos de euros de recargo, según comunidad autónoma, para contribuir a tener una mejor sanidad. Este era el fin que lo justificaba.
Como por encima de los mandarines nacionales hay otros en Europa, hubo quien demandó al gobierno español, y ahora ese tribunal se pronuncia diciendo que España ha vulnerado la normativa europea, que el impuesto es ilegal y se ha actuado de mala fe.
Han recaudado lo que han querido, pero el fin para el que supuestamente tenía que ir el dinero sisado, debe haber ido a otro sitio puesto que la sanidad que se nos presta cada vez lo es de menos calidad y menos derechos: se suprimen médicos y enfermeras, se restringen servicios, se pone un copago a los medicamentos o se sacan del sistema, suprimen camas y cierran plantas en los hospitales, aparatos imprescindibles se estropean y no reparan, las listas de espera son kilométricas, hasta hay hospitales donde el paciente tiene que llevar manta, sábanas y toallas; se regalan servicios a los amiguitos de alma,… ¡Una sinvergonzonería, una estafa!
¿Cómo se van a devolver esos 13.000 millones? ¿Quién guardó los tickets y factura cada vez que llenaba el depósito? Las empresas no tendrán problemas, tendrán sus documentos, los particulares ninguno ¿Cómo se nos compensará?
De este descalabro no se libra nadie. Lo hizo Aznar, lo mantuvo Zapatero y Rajoy lo sigue. Las comunidades autónomas también pusieron su céntimo, amparándose en lo mismo que el gobierno central, encarecieron el coste del transporte y por consiguiente se elevó la carestía de la vida, nos empobrecen con sus medidas “salvadoras” y poco más, pero la sanidad no mejoró, ni su financiación, ni sus servicios.
A la junta de amigos de Valladolid le corresponden devolver 50 millones, solo correspondientes a 9 meses de 2012 ¿Cómo y cuándo nos lo devolverán?
Gracias al empresario de Tarragona que se atrevió a demandar al Estado. España lo sabía, actuó de mala fe al actuar con la única exclusividad de recaudar. Era poner un impuesto sobre otro ya existente y, durante 10 años, se ha mantenido de una manera dolosa para todos.
Canarias, País Vasco Aragón y La Rioja, no lo aplicaron. La devolución no será de oficio, los interesados deberán instarlo por vía administrativa.
El tiempo corre, más bien vuela. Los tribunales se pronuncian contra la implantación del céntimo sanitario a todos los niveles. A los que vivimos en esta parte de España, el dichosito impuesto, nos afecta por partida doble: La Hacienda de Montoro y la Junta de Amigos de Valladolid.
El caso es que hace meses obtuvieron, gracias a un particular de Trarragona, un revolcón ante la Justicia a su imposición abusiva y contra derecho, pero claro, a quienes dirigen las instituciones de este país, parece que la Justicia las importa un pito, tanto como les importamos los ciudadanos.
A cuento de qué viene esto? La razón de insistir, viene dada por la poca diligencia de los políticos que nos mal gobierno, que nos recortan los servicios sociales, que nos elevan la tasa impositiva, que cortan las prestaciones del desempleo, que alargan la edad de jubilación y a la vez diminuyen la cantidad a cobrar, que perdonan a narcotraficantes o defraudadores y escaqueadotes de impuestos, que recortan los salarios y les parece poco lo que ellos “se llevan” por jodernos la vida a los demás; en fin, porque su actitud ante el cumplimiento de sus deberes y el servicio negativo que nos prestan, ha hecho crecer la desafección hacia la política y hacia la casi totalidad de las instituciones gubernamentales.
Ni la Junta de Amigos de Pucela, ni el ministerio que dirige el señor de la sonrisa fácil, tienen la intención de suprimir el recargo impositivo a las combustibles (céntimo sanitario) y, por lo que publican los medios, se resisten y no muestran ninguna diligencia en devolver aquello que cobraron indebidamente.
No te acuerdes de esta gentita y sus familiares solamente en el bar fanfarroneando con los amigotes. Acuérdate de toda esta gente el próximo 25 cuando vayas a meter la papeleta en la urna. No te quedes en casa, ya que lo que dejes de hacer por ti mismo, otros lo harán por ti.
El caso es que hace meses obtuvieron, gracias a un particular de Trarragona, un revolcón ante la Justicia a su imposición abusiva y contra derecho, pero claro, a quienes dirigen las instituciones de este país, parece que la Justicia las importa un pito, tanto como les importamos los ciudadanos.
A cuento de qué viene esto? La razón de insistir, viene dada por la poca diligencia de los políticos que nos mal gobierno, que nos recortan los servicios sociales, que nos elevan la tasa impositiva, que cortan las prestaciones del desempleo, que alargan la edad de jubilación y a la vez diminuyen la cantidad a cobrar, que perdonan a narcotraficantes o defraudadores y escaqueadotes de impuestos, que recortan los salarios y les parece poco lo que ellos “se llevan” por jodernos la vida a los demás; en fin, porque su actitud ante el cumplimiento de sus deberes y el servicio negativo que nos prestan, ha hecho crecer la desafección hacia la política y hacia la casi totalidad de las instituciones gubernamentales.
Ni la Junta de Amigos de Pucela, ni el ministerio que dirige el señor de la sonrisa fácil, tienen la intención de suprimir el recargo impositivo a las combustibles (céntimo sanitario) y, por lo que publican los medios, se resisten y no muestran ninguna diligencia en devolver aquello que cobraron indebidamente.
No te acuerdes de esta gentita y sus familiares solamente en el bar fanfarroneando con los amigotes. Acuérdate de toda esta gente el próximo 25 cuando vayas a meter la papeleta en la urna. No te quedes en casa, ya que lo que dejes de hacer por ti mismo, otros lo harán por ti.