LAGUNILLA: Hola Juan Antonio. Pienso que más que mentalidad antidemocrática...

Ahora ya, está a punto de conmemorarse el 84 aniversario de la II República Española.
Sobre la pregunta de qué sucedió en Lagunilla en esos días, no he encontrado nada,
pero sí sobre las trágicas consecuencias que se sucederían después.

RELATO:

SANTIAGO MARTIN ROMERO IN MEMORIAM
Homenaje de Peñacaballera a Santiago Martin Romero-Junio de 2009

Santiago Martín Romero nació el día 13 de Diciembre de 1.884 en Sotoserrano (Salamanca). Era hijo de Julián Martín y de Francisca Romero.
Casado con Antonia Rodríguez Pérez, natural de Monforte de la Sierra (Salamanca).
Fue responsable de la CNT en Sotoserrano.
Su casa era la Casa del Pueblo de Sotoserrano.
El 23 de Agosto de 1.936 por la noche es detenido cuando cuando iba a llevar un mensaje de sus familiares a Elías Genaro, que junto con otros compañeros se encontraban escondidos en las proximidades del pueblo de Valdelageve (Salamanca), por temor a las represalias políticas, dadas sus actividades anteriores al golpe de Estado.
Es allí donde le detienen, para posteriormente trasladarlo a los calabozos de Lagunilla (Salamanca).
Allí fue visto por última vez el dia 24 de Agosto por la mañana, por su mujer, Antonia Rodríguez (ya difunta en la actualidad).
El detenido presentaba claros indicios de haber sido torturado, según explicaba su mujer. Posteriormente es trasladado a las inmediaciones del pueblo de Peñacaballera de la provincia de Salamanca, al lugar llamado “Las Gargantas”, donde es ejecutado. Su cuerpo es enterrado en el cementerio del mencionado pueblo.
Las personas que realizaron el secuestro fueron un grupo uniformado de Falange Española, provenientes de la localidad cercana de Piedrahita. Iban armados. El jefe del grupo era un tal “Carrete”.
Antes de la detención, y durante un período en el que el desaparecido permaneció escondido, por temor a represalias por su actividad política y sindical, se presentaron en su domicilio grupos de falangistas a registrar su domicilio que era la Casa del Pueblo y de la CNT, en busca de documentos y símbolos (banderas, etc.) del mencionado sindicato. Finalmente, y bajo la promesa que la entrega de estos no produciría represalias contra Santiago Martín, estos fueron entregados por su mujer.

Referencias:

http://justiciaymemoria. blogspot. com. es/2009/06/santiago-martin-rom ero-in-memoriam. html

ICAL La Asociación Salamanca Memoria y Justicia denunció este jueves que se ha arrancado la lápida de la tumba del dirigente de UGT Santiago Martín Romero, que fue asesinado en el año 1936 por un grupo de falangistas. Fue la propia familia la que descubrió los hechos, ocurridos en el cementerio de Peñacaballera. En la pieza figuraba el nombre y cómo murió. Los hechos se han denunciado ante la Guardia Civil.

Santiago Martín era vecino de Sotoserrano, dirigente de la Casa del Pueblo y fue detenido por un piquete de falangistas el 23 de agosto de 1936 en los calabozos de Lagunilla, donde fue torturado, según Salamanca Memoria y Justicia. Días después, fue conducido al paraje de Las Gargantas, cerca de Peñacaballera, donde fue asesinado a tiros por un grupo de falangistas de Piedrahíta, que abandonó su cadáver en el mismo lugar. Recogido por unos vecinos de Peñacaballera, el alcalde de aquel momento autorizó que fuera enterrado en el cementerio.

La lápida fue colocada el 21 de junio de 2009, en memoria de Santiago Martín, por iniciativa de su familia, que vive en Barcelona, y el apoyo de la asociación. “La lápida es un homenaje familiar en un cementerio y no un elemento conmemorativo de la Memoria Histórica”.

Por ese motivo, condenaron con “rotundidad” unos hechos lamentables que vienen a probar la “persistencia de una mentalidad antidemocrática” en ciertos sectores de la sociedad salmantina, que “se creen con derecho a atacar a quienes consideran todavía enemigos políticos, no conciudadanos”.

http://www. lagacetadesalamanca. es/provincia/2012/10/11/memori a-justicia-denuncia-arranque-l apida-tumba-sindicalista-ugt/7 4667. html? utm_source=rss

Hola Juan Antonio. Pienso que más que mentalidad antidemocrática quizá lo que hay es "mala conciencia". Es muy posible que los que participaran en los hechos ya no vivan, pero siempre hay alguien que recuerda, que le contaron... y queda eso, conciencia de que algo se hizo mal y mientras no se pida perdón o se reconozca el daño hecho la mala conciencia persiste. La ley de Memoria Histórica se entendió, pienso, mal y muchos creyeron que se buscaba revancha, por mi parte pienso que enterrar dignamente a los muertos que aún siguen en las cunetas, reconocer por parte de ese sector de la derecha que se niega a hacerlo que el régimen franquista fue una dictadura brutal y que es necesario que no se repitan situaciones similares sería esencial. Todos los países europeos han tenido situaciones similares a lo largo del siglo XX, con golpes de estado, con guerras civiles o casi, con dictaduras, con la guerra mundial, con regímenes dictatoriales de izquierda o derecha. Los que han hecho un cierto reconocimiento de lo sucedido y pedido perdón a los damnificados han logrado avanzar dejando a los jóvenes una sociedad algo más "despejada", aquí hasta hace muy poco se seguía sin estudiar en las escuelas el periodo de la guerra civil y por supuesto nada de hablar de dictadura, incluso ahora mismo la Real Academia dela Historia acaba de reconocer la dictadura de Franco como régimen totalitario, hace unas semanas! Si en los pueblos se pusieran lápidas con las listas de los muertos durante ese periodo igual las nuevas generaciones conocerían mejor nuestro pasado. Los muertos de las fosas siguen apuntando a que algo está mal en nuestra sociedad, nos afligen los muertos de Argentina, nos horroriza el genocidio de Camboya, nos asusta la situación de oriente medio y no nos atrevemos a desenterrar unos cadáveres y darle s un reconocimiento a sus familias. Caridad cristiana. Así de sencillo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Mi abuelo Pablo Gonzalez Gonzalez, natural de Lagunilla, fue detenido en el año 1936, cuando paseaba con su nieta Maruja de 4 años, por las calles de Madrid, concretamente en la boca del metro de Pacifico, allí le quitaron a la niña de la mano dejándola abandonada en plena calle, menos mal que alguien se ofreció a llevarla a su casa. Su delito ser católico y según decían "terrateniente". Fue llevado a la checa de San Antón, y de allí le sacaron "en libertad", camino de Paracuellos del Jarama, donde ... (ver texto completo)