PASAN LOS AÑOS
Crecen los recuerdos mientras nos vamos agostando, dejando tras de sí la juventud, las ilusiones y el pelo; proyectos truncados que ya jamás verán la luz porque, en pleno trayecto, se inclinaron hacia otras cotas que se impusieron ¿Será verdad aquello de que “el hombre propone y Dios dispone”? Yo, así lo creo. Hay destinos programados para nosotros en tanto nacemos y, de lo único cierto, quizás sea lo que afirmaba Wilian Sespeare: “Comenzamos a morir cuando nacemos”.
Ay, cuantos partieron de sus tierras, soñando volver luego; cogieron el hatillo de su sangre y la esparcieron. Semillas que se multiplicaron en suelos nuevos, raíces híbridas luego; se perdió el origen cruzado con otros pueblos ¡Cada uno es de donde se pace! Sostiene el tiempo ¿Por qué retornamos a nuestra tierra cuando podemos? Quizás buscando los rostros, el aroma de los nuestros; las cenizas si quedan… Para justificar un presente que no entendemos.
Crecen los recuerdos mientras nos vamos agostando, dejando tras de sí la juventud, las ilusiones y el pelo; proyectos truncados que ya jamás verán la luz porque, en pleno trayecto, se inclinaron hacia otras cotas que se impusieron ¿Será verdad aquello de que “el hombre propone y Dios dispone”? Yo, así lo creo. Hay destinos programados para nosotros en tanto nacemos y, de lo único cierto, quizás sea lo que afirmaba Wilian Sespeare: “Comenzamos a morir cuando nacemos”.
Ay, cuantos partieron de sus tierras, soñando volver luego; cogieron el hatillo de su sangre y la esparcieron. Semillas que se multiplicaron en suelos nuevos, raíces híbridas luego; se perdió el origen cruzado con otros pueblos ¡Cada uno es de donde se pace! Sostiene el tiempo ¿Por qué retornamos a nuestra tierra cuando podemos? Quizás buscando los rostros, el aroma de los nuestros; las cenizas si quedan… Para justificar un presente que no entendemos.