¿Va en serio?
Es curioso que la buena fe de hacer las cosas desde el corazón joven, siempre tan generoso, cause dudas; quizás, en nuestra madurez, hayamos olvidado la honradez de nuestra juventud y la falta de oportunidades que nos dieron. Es una pena que, a medida que pasan los años, vayamos perdiendo fidelidad a nuestros ideales y nos dejemos llevar por los miedos que otros nos han infligido con sus hartas decepciones ¡Claro que va en serio! La juventud necesita esa confianza para profesionalizarse y sacar a la luz todas las posibilidades de su creatividad, sobre todo, cuando se pretende mejorar la vida de toda una civilización estancada en el capitalismo marxista que ya no da soluciones en la actualidad y deja desamparadas a varias familias. Hoy debemos hacer examen de conciencia para detectar nuestra realidad universal. Estamos en un caos generado por la mala distribución de la riqueza, la carencia de necesidades básicas abocan nuestras guerras dentro y fuera de cualquier frontera que se elija al azar; incluso, en los hogares, están revueltas las aguas y, a la mínima de cambios, se rompen los corazones oyendo barbaridades criminales que suceden. Algo no está bien encauzado para que tengamos que enfrentar estos hechos un día sí y otro también.
Yo creo en la juventud que se muestra trabajadora y tiene inquietudes que desafían todo lo que va en contra de una sociedad más justa y protectora.
Es curioso que la buena fe de hacer las cosas desde el corazón joven, siempre tan generoso, cause dudas; quizás, en nuestra madurez, hayamos olvidado la honradez de nuestra juventud y la falta de oportunidades que nos dieron. Es una pena que, a medida que pasan los años, vayamos perdiendo fidelidad a nuestros ideales y nos dejemos llevar por los miedos que otros nos han infligido con sus hartas decepciones ¡Claro que va en serio! La juventud necesita esa confianza para profesionalizarse y sacar a la luz todas las posibilidades de su creatividad, sobre todo, cuando se pretende mejorar la vida de toda una civilización estancada en el capitalismo marxista que ya no da soluciones en la actualidad y deja desamparadas a varias familias. Hoy debemos hacer examen de conciencia para detectar nuestra realidad universal. Estamos en un caos generado por la mala distribución de la riqueza, la carencia de necesidades básicas abocan nuestras guerras dentro y fuera de cualquier frontera que se elija al azar; incluso, en los hogares, están revueltas las aguas y, a la mínima de cambios, se rompen los corazones oyendo barbaridades criminales que suceden. Algo no está bien encauzado para que tengamos que enfrentar estos hechos un día sí y otro también.
Yo creo en la juventud que se muestra trabajadora y tiene inquietudes que desafían todo lo que va en contra de una sociedad más justa y protectora.