¿Que será de Lagunilla de aquí a pocos años?
“La existencia de esa España menguante, que cada vez es mayor, o por lo menos más pobre, a nadie parece importarle mucho. Pues, mientras en Europa, de la que tanto se habla cuando conviene, los gobiernos intentan corregir las diferencias regionales y aun locales (quitando impuestos, primando a las empresas o creando simplemente infraestructuras), aquí se hace justamente lo contrario: apoyar a las zonas más fuertes y abandonar a las otras a su destino. O, peor: acelerando éste para que nadie se entere siquiera de que existen.”
Fiel reflejo de lo que pasa por nuestra zona, solo hay que pasear a diario por nuestro pueblo y los de alrededor para constatar lo evidente: apenas gente trabajando en su entorno (excepto en época de aceituna), numerosas casas cerradas, escuela menguante de niños cada año (hasta que no queden y se cierre).
Lejos de principales vías de comunicación y con deficiente carreteras de acceso no se ve en el horizonte ninguna iniciativa pública ni privada que remedie estas circunstancia y lo que es peor, ninguna política provincial que haga de estos pueblos atractivos para residir en ellos no siendo en vacaciones o verano.
Realmente con estas circunstancias tenemos para nuestro pueblo un futuro algo más que tenebroso sino se le pone remedio con algo más de urgencia.
“La existencia de esa España menguante, que cada vez es mayor, o por lo menos más pobre, a nadie parece importarle mucho. Pues, mientras en Europa, de la que tanto se habla cuando conviene, los gobiernos intentan corregir las diferencias regionales y aun locales (quitando impuestos, primando a las empresas o creando simplemente infraestructuras), aquí se hace justamente lo contrario: apoyar a las zonas más fuertes y abandonar a las otras a su destino. O, peor: acelerando éste para que nadie se entere siquiera de que existen.”
Fiel reflejo de lo que pasa por nuestra zona, solo hay que pasear a diario por nuestro pueblo y los de alrededor para constatar lo evidente: apenas gente trabajando en su entorno (excepto en época de aceituna), numerosas casas cerradas, escuela menguante de niños cada año (hasta que no queden y se cierre).
Lejos de principales vías de comunicación y con deficiente carreteras de acceso no se ve en el horizonte ninguna iniciativa pública ni privada que remedie estas circunstancia y lo que es peor, ninguna política provincial que haga de estos pueblos atractivos para residir en ellos no siendo en vacaciones o verano.
Realmente con estas circunstancias tenemos para nuestro pueblo un futuro algo más que tenebroso sino se le pone remedio con algo más de urgencia.