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LAGUNILLA: LA CAMPANADA DE AUXILIO...

LA CAMPANADA DE AUXILIO

Hoy más que nunca ¡Que doblen las campanas! Réquiem por un caótico mundo de corruptos, desesperanza social; sórdida humanidad que pone y elige, como guía, a los más infieles caudillos. Desesperados rebaños los pueblos ciegos y sometidos, adoradores de los verdugos; de quienes les roba o les humilla y confunden de enemigos. Hay afán por la riqueza que puede lograrse cada uno pero, de lo que se aporta en común, para un general beneficio; esos capitales que salen hacia las arcas comunes de impuestos, parece que no es de nadie; sólo del tesorero de turno. Los mueve a paraísos fiscales y desaparece en los bolsillos del guardián de turno. Efectos de pobreza para todos los que dependen de la voluntad de algunos. El mundo en la inmundicia se revuelve y, como no hay manera de sanear tales tendencias, nos dejamos a la deriva, buscando la hora que nos dé nuestro destino. Se perdió la fe y la esperanza, el apocalipsis final se acerca; la incertidumbre de los miedos nos tiene cogidos. Ya nadie cree las promesas si no se ve o se halla favorecido ¡El populacho! Así suena tal despreciativo, ese pueblo que trabaja para ellos empobrecido; mientras medran ¡Miserables! Esa ruinosa fortuna de los más desfavorecidos.
Tilín o talán sobre el bronce plañidero de la campana que llama al socorro pero, sordos y ciegos, desorientados; no acuden al auxilio.