Estampa que será muy difícil de ver ahora en Lagunilla y cualquier otro pueblo. Además de existir poco ganado -comparado con nuestra niñez- tanto vacuno como caballar, lo más probable que quien todavía tiene ganado lo tenga en estabulado fuera del casco urbano, ya que no está permitido tenerlos en el mismo. Al faltar dichos animales se ha perdido el olor característico que antaño tenían todos los pueblos en los que las cuadras y demás estaban en los bajos de las casas o muy próximas a estas; se ha ganado en limpieza de las calles y las fragancias son otras. Los mugidos mañaneros, relinchos, cantos de gallos, gruñidos y demás ruidos propios del "lenguaje" animal han desaparecido. En el tiempo de calor, también se nota una apreciable disminución del número de moscas que atraídas por estos animales llenaba las calles y casas de los pueblos.