Productos de la agricultura tradicional de subsistencia practicada durante siglos en pueblos como el nuestro. Además de estos, obviamente existían más cultivos (viñedos, olivos, cereales, sandías, hortalizas...) y ganadería bovina, porcina, cabría, caballar, gallinas..., que, con un fuerte componente de autoconsumo, solamente intercambiaba escasos excedentes de productos derivados de lo anterior: aceite, vino, quesos y poco más, constituyendo la base de la economía local y sustento de una importante población rural poco desarrollada y empobrecida; lo que a su vez tenía consecuencias en una escasa demanda de productos manufacturados de otras procedencias que, por la precariedad de los medios de transportes y por los precios de los mismos, eran inalcanzables para buena parte de la población.