CAMBIOS GEOGRÁFICOS Y HUMANOS.
Pasa el tiempo y como tal el entorno sufre cambios paulatinamente. Lagunilla, como otros muchos pueblos de la zona no es diferente, su fisonomía, sus calles y su paisaje están en constante mudanza, apenas perceptibles para los que nos acercamos regularmente a él. Otra cosa es el paisaje humano, cuando se produce la ausencia de algún paisano acostumbrados a verlo casi cada día con su caminar pausado por el barrio. Este si deja huella en la inmediatez del tiempo. Hoy he tenido noticias de Salamanca, apenas han pasado escaso tres meses que estuve en nuestro pueblo y siento que cuando vuelva echaré en falta una entrañable persona, ya hacia un tiempo, a pesar de él (los achaques y la edad) no residía todo el año (lo acercaban) al pueblo solo a temporadas, las más benignas. Extrañaremos mucho tiempo la falta de caraba a la puerta de su casa, era habitual verlo departir con los vecinos disfrutando de las noches cálidas en verano. El día antes de venirme, allí lo vi, sentado en el poyo, temprano, disfrutando del cálido sol de la mañana.
Aunque no soy de bares, alguna vez nos juntamos en ellos, siempre había alguna palabra que intercambiar, siempre se aprendía algo a su lado. Gracias por compartir tus “chatos”, por recordar siempre tu amistad con mi padre, por tu amabilidad y por tus charlas cada vez que nos cruzábamos en la calle, por todo, gracias! Estes donde estés, seguro que harás buenos amigos! te recordaré con la misma alegría que nos despedimos en Noviembre. Chao Cañete!
Pasa el tiempo y como tal el entorno sufre cambios paulatinamente. Lagunilla, como otros muchos pueblos de la zona no es diferente, su fisonomía, sus calles y su paisaje están en constante mudanza, apenas perceptibles para los que nos acercamos regularmente a él. Otra cosa es el paisaje humano, cuando se produce la ausencia de algún paisano acostumbrados a verlo casi cada día con su caminar pausado por el barrio. Este si deja huella en la inmediatez del tiempo. Hoy he tenido noticias de Salamanca, apenas han pasado escaso tres meses que estuve en nuestro pueblo y siento que cuando vuelva echaré en falta una entrañable persona, ya hacia un tiempo, a pesar de él (los achaques y la edad) no residía todo el año (lo acercaban) al pueblo solo a temporadas, las más benignas. Extrañaremos mucho tiempo la falta de caraba a la puerta de su casa, era habitual verlo departir con los vecinos disfrutando de las noches cálidas en verano. El día antes de venirme, allí lo vi, sentado en el poyo, temprano, disfrutando del cálido sol de la mañana.
Aunque no soy de bares, alguna vez nos juntamos en ellos, siempre había alguna palabra que intercambiar, siempre se aprendía algo a su lado. Gracias por compartir tus “chatos”, por recordar siempre tu amistad con mi padre, por tu amabilidad y por tus charlas cada vez que nos cruzábamos en la calle, por todo, gracias! Estes donde estés, seguro que harás buenos amigos! te recordaré con la misma alegría que nos despedimos en Noviembre. Chao Cañete!