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¿QUE FUE DE LA CHOPERA Y “LA LISEA” DE NUESTRA NIÑEZ?
No hace tantos años este espacio, cuantos? (sería interesante encontrar documentación que lo acreditara), era un lugar donde se formaba una balsa de agua de forma natural y donde se depositaba toda la sedimentación que las lluvias arrastraban de la ladera en la que está situada Lagunilla. Las precipitaciones que antaño eran más abundantes y constantes que en la actualidad, hacía de sus calles torrenteras, que junto a los arroyos más continuos y abundantes como el de la Mata Redonda “arroyo del “Pasíl”, la Sancha y el del Vallejo la Mata (por la chorrera) y “fuente de la Santa María”, desaguaban en la parte baja del pueblo, un lecho formado por el encuentro de dos laderas. Hecho idóneo, para que desde los tiempos haya sido un punto geológicamente fluvial, como una laguna. Hoy, solo el arroyo del “Pasíl” tiene su espacio, encajonado entre dos paredes de huertos discurre un pequeño caudal, esperemos que algún día si lo hace, reclamar su espacio, no lo haga con excesiva virulencia.
Puedo asegurar, que cuando yo jugaba de chico, cercano a la parte posterior de la actual iglesia, este era un humedal y una chopera muy frondosa (años 50-60), con el suelo muy empantanado, donde pasábamos largos ratos de nuestro tiempo de vacaciones entre sus árboles; elementos de buen perímetro y gran altura para el refugio de aves, lo recuerdo, porque muchos atrevidos se encaramaban hasta sus copas para alcanzar nidos, en algunos casos para coger sus crías y en otros por puro divertimento, un lugar de aguas someras, muy sombrío, con todas las características de una antigua laguna. Era un espacio cercado por los huertos de la zona y el paso a la fuente de la “Liséa”. El arroyo principal fluía desde la fuente el “Guijo” con un caudal continuo buscando la “Garganta” camino del Cuerpo de Hombre, también en el mes de agosto.
Del que no he podido averiguar por donde discurría, es el arroyo de la “Sancha”, pero si me atengo a las reseñas de los libros publicados y la orografía del terreno, tiene todos los números de ser entre la partes baja de la “Rosancha” y la de la subida al “canchal”, su inclinación propicia que las aguas discurran hacía la laguna y la “Garganta”.
Hoy todo esto está cambiado por la mano del hombre (el abastecimiento de agua sanitaria al pueblo en los años 70 desviaron muchos manantiales). Tampoco el cambio climático es ajeno a todos estos cambios, seguro!
Podemos imaginar, que este lugar debió abrigar una importante balsa de agua, cuanto de grande! difícilmente de cuantificar. El espacio esta geográficamente identificado, otra cosa es representarlo gráficamente y de cuanto espacio ocupó. Por el bien histórico del pueblo, no estaría mal saber si existe algún archivo provincial que pueda certificar documentalmente su espacio y función. No deja de ser un elemento fundamental en el origen de su nomenclatura.
Saludos.
No hace tantos años este espacio, cuantos? (sería interesante encontrar documentación que lo acreditara), era un lugar donde se formaba una balsa de agua de forma natural y donde se depositaba toda la sedimentación que las lluvias arrastraban de la ladera en la que está situada Lagunilla. Las precipitaciones que antaño eran más abundantes y constantes que en la actualidad, hacía de sus calles torrenteras, que junto a los arroyos más continuos y abundantes como el de la Mata Redonda “arroyo del “Pasíl”, la Sancha y el del Vallejo la Mata (por la chorrera) y “fuente de la Santa María”, desaguaban en la parte baja del pueblo, un lecho formado por el encuentro de dos laderas. Hecho idóneo, para que desde los tiempos haya sido un punto geológicamente fluvial, como una laguna. Hoy, solo el arroyo del “Pasíl” tiene su espacio, encajonado entre dos paredes de huertos discurre un pequeño caudal, esperemos que algún día si lo hace, reclamar su espacio, no lo haga con excesiva virulencia.
Puedo asegurar, que cuando yo jugaba de chico, cercano a la parte posterior de la actual iglesia, este era un humedal y una chopera muy frondosa (años 50-60), con el suelo muy empantanado, donde pasábamos largos ratos de nuestro tiempo de vacaciones entre sus árboles; elementos de buen perímetro y gran altura para el refugio de aves, lo recuerdo, porque muchos atrevidos se encaramaban hasta sus copas para alcanzar nidos, en algunos casos para coger sus crías y en otros por puro divertimento, un lugar de aguas someras, muy sombrío, con todas las características de una antigua laguna. Era un espacio cercado por los huertos de la zona y el paso a la fuente de la “Liséa”. El arroyo principal fluía desde la fuente el “Guijo” con un caudal continuo buscando la “Garganta” camino del Cuerpo de Hombre, también en el mes de agosto.
Del que no he podido averiguar por donde discurría, es el arroyo de la “Sancha”, pero si me atengo a las reseñas de los libros publicados y la orografía del terreno, tiene todos los números de ser entre la partes baja de la “Rosancha” y la de la subida al “canchal”, su inclinación propicia que las aguas discurran hacía la laguna y la “Garganta”.
Hoy todo esto está cambiado por la mano del hombre (el abastecimiento de agua sanitaria al pueblo en los años 70 desviaron muchos manantiales). Tampoco el cambio climático es ajeno a todos estos cambios, seguro!
Podemos imaginar, que este lugar debió abrigar una importante balsa de agua, cuanto de grande! difícilmente de cuantificar. El espacio esta geográficamente identificado, otra cosa es representarlo gráficamente y de cuanto espacio ocupó. Por el bien histórico del pueblo, no estaría mal saber si existe algún archivo provincial que pueda certificar documentalmente su espacio y función. No deja de ser un elemento fundamental en el origen de su nomenclatura.
Saludos.
Yo tambien disfrute esa epoc