Muy bonita foto, Manchega, y con un ambiente otoñal que parece anunciar las nostálgicas lluvias de tus recuerdos infantiles y las lluvias cada vez más escasas y deseadas por todos.
Nunca fui a verdeo, mis estancias en Lagunilla han sido siempre en vacaciones de verano, pero como siempre, recurro a lo que me contó mi madre.
¡Qué duro y costoso era recoger la aceituna! Desde por la mañana acudían a los olivares y pasaba allí el día trabajando. No sé como se hará ahora, pero entonces tenían que recoger toda la aceituna del suelo a mano, agachado, postura que hacía que terminaran la jornada agotados y para protegerse los dedos se ponían dedales pues de lo contrario les llegaba a salir heridas.
Mis visitas a los olivares han sido en plan turístico. En mi juventud nos gustaba ir con el abuelo a caballo y a veces lográbamos que nos lo dejara e íbamos un grupo en dos o tres caballo. De mayor, las veces que me he acercado por esa zona ha sido en coche pues paseando nunca hemos llegado hasta los olivos.
Gracias de nuevo por tus fotos que me permiten día a día recordar distintas vivencias bien mías o contadas por mi madre.
Un saludo para todos, y muy especialmente para ti, R, que nos visitas de vez en cuando.
M. P.
Nunca fui a verdeo, mis estancias en Lagunilla han sido siempre en vacaciones de verano, pero como siempre, recurro a lo que me contó mi madre.
¡Qué duro y costoso era recoger la aceituna! Desde por la mañana acudían a los olivares y pasaba allí el día trabajando. No sé como se hará ahora, pero entonces tenían que recoger toda la aceituna del suelo a mano, agachado, postura que hacía que terminaran la jornada agotados y para protegerse los dedos se ponían dedales pues de lo contrario les llegaba a salir heridas.
Mis visitas a los olivares han sido en plan turístico. En mi juventud nos gustaba ir con el abuelo a caballo y a veces lográbamos que nos lo dejara e íbamos un grupo en dos o tres caballo. De mayor, las veces que me he acercado por esa zona ha sido en coche pues paseando nunca hemos llegado hasta los olivos.
Gracias de nuevo por tus fotos que me permiten día a día recordar distintas vivencias bien mías o contadas por mi madre.
Un saludo para todos, y muy especialmente para ti, R, que nos visitas de vez en cuando.
M. P.