Lleva meses, incluso años, con escombros en el patio; por lo tanto, esta fotografía no está tomada en mayo de 2023.
Casa Lis no es. Sí Facultad de Traducción y Documentación.
Pasionario, libro impreso en pergamino, de finales del siglo XVI.
Cruz pasional del siglo XVII. Plata en su color y dorada.
San Juan Evangelista, talla de Alonso Berruguete, e madera tallada, dorada y policromada. Fechada en 1530.
lienzo se pueden ver escritas unas palabras: “Tota pulcra est Maria et macula original non est in te”, que se traduce como, “toda pulcra, toda limpia es María y no hay mancha de pecado en ella”
Las turroneras de La Alberca puntualmente nos anuncian la cercanía de la Navidad.
Fotografía manipulada a la que se le ha borrado el nombre del autor: Pedro Soler Bueno
También nació mi hermana Azucena en 1937.
El antiguo Palacio del Duque de Montellano (s. XV), convertido posteriormente en Convento de la Trinidad y hoy en uso como colegio universitario fue propiedad y residencia durante algunos años del obispo Narciso Martínez Izquierdo. Este erudito, teólogo y político fue obispo de Salamanca durante el último cuarto del siglo XIX. Fue construido en 1479 por Alonso de Paz. En el año 1591 los Trinitarios compraron por cinco mil ducados la casa principal de los Señores de Montellano, situada en la calle ... (ver texto completo)
Es bonito ver banderas en los balcones recordando efemérides.
Hecho con azulejos.
Ahí se mantiene a pesar de dimes y diretes.
Tradicionesde Tras os Montes, material de gran valor etnográfico, expiesto para conocimiento de los estudiantes y público en general en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Salamanca.
En este medallón se representa a Santiago Matamoros en la batalla de Clavijo.
Este gran edificio ya no existe, hace pocos meses fue derribado. Obviamente, previamente había sido construido otro hospital.
La Casa de Las Conchas (Salamanca)
Es una mansión señorial de la época de los Reyes Católicos en la que se combinan los estilos góticos, mudéjar y renacentista.
Su construcción comenzó a finales del siglo XV por orden de Rodrigo Maldonado de Talavera, aunque fue su hijo, Rodrigo Arias Maldonado, el que la terminó y vivió en ella.
Debe su nombre a las más de 300 conchas representadas en su fachada.