Murallas del
Castillo declarado Bien de Interés Cultural en 1949
Iniciada su construcción de planta trapezoidal en el último tercio del siglo XII por mandato de Fernando II de
León, es profundamente reformado por Beltrán y Francisco de la
Cueva, Condes de
Ledesma, en el último tercio del siglo XV. Realizado en
piedra de sillería y sillarejo, cuenta con dos
torres en la
portada sur, una troncónica y otra poligonal, y la base de la
torre del
homenaje hacia el norte. En su
puerta oriental campea el
escudo original de la Villa, procedente de la desaparecida Puerta del
Puente.
Lo que hoy observamos del
edificio, a pesar de su grandiosidad es una mínima parte del esplendor inicial, se ha perdido toda la
muralla (falsabraga) que cubría esta fortaleza en su parte de extramuros y, por la parte intramuros, se han perdido los accesos y
torreones que la comunicaban con un edificio anexo, posiblemente un
palacio. En su interior se conservan dos habitaciones de época
gótica, una a nivel del suelo y otra sobre la anterior bajo la antigua torre del homenaje. Excavaciones arqueológicas en la década de los 80 y 90 dejaron al descubierto un complejo sistema de canalización de
agua así como antiguas edificaciones como caballerizas, fortines,
pozos.