En primer lugar, las instituciones no deben ser los motores del desarrollo económico o social de una comunidad. La iniciativa privada, la competitividad, el conocimiento, todo esto hace que la gente pueda prosperar y generar más riqueza.
Al haber más riqueza, las instituciones recaudan más dinero, que administrado correctamente y sin excesos siempre revierte en el bien de la comunidad. Al haber más riqueza, se incentiva la inmigración (sí la inmigración!). Al haber más gente con poder adquisitivo, se amplían los mercados, y la riqueza se sigue generando. Recordando a H. Ford: cuanto más barato puedas vender, más amplio será tu mercado y mayores tus ganancias.
Es esto lo que trae la prosperidad.
Al haber más riqueza, las instituciones recaudan más dinero, que administrado correctamente y sin excesos siempre revierte en el bien de la comunidad. Al haber más riqueza, se incentiva la inmigración (sí la inmigración!). Al haber más gente con poder adquisitivo, se amplían los mercados, y la riqueza se sigue generando. Recordando a H. Ford: cuanto más barato puedas vender, más amplio será tu mercado y mayores tus ganancias.
Es esto lo que trae la prosperidad.