Esta pequeña aldea se encuentra próxima a Salamanca y se llega a través de la carretera que conduce a Cáceres. En otro tiempo, la vida del pueblo giraba alrededor de la ganadería -todavía existen en su término municipal fincas y alquerías que se dedican exclusivamente al campo, pero ocupan a pocas personas- y algo de agricultura. Su terreno no es el más apropiado para los cultivos, es pizarroso y de poca profundidad. El agua escasea para atender al incremento poblacional, que aunque no ha sido mucho, si se nota y, sobre todo en verano, hace que el caudal tradicional sea insuficiente. En su término y sin solución de continuidad con el casco urbano de siempre, han nacido adosados y más a las afueras hay urbanizaciones sin urbanizar sus calles y con precariedad en cuanto a los servicios de aguas. Estas últimas viviendas no se ocupan todo el año, pero en los meses estivales suelen estar muy concurridas.