Pocos son quienes reconocen la gran labor del primer maestro y maestra que tuvieron en la escuela. Ellos, después de los padres, son los que vienen a determinar el posterior interés de los niños por el amor y el conocimiento de la lectura, escritura, comportamiento con los semejantes, etc. Y en pocos lugares se reconoce públicamente su labor; hay casos, en los que se coloca una placa de mármol en la casa que vivió o enseñó el maestro o la maestra; en otras, es sobre la fachada del Ayuntamiento donde...