Pensar que en esta iglesia fue bautizado mi padre allá por 1917, jugó por la plaza de enfrente hasta que tuvo 9 años, fecha en la que partió hacia Argentina y nunca más volvió.
El cura Don Bernardino se volvía loco con los pelirrojos Miguel y Antonio.
Un saludo desde lejos para los navamoralienses.
A.
El cura Don Bernardino se volvía loco con los pelirrojos Miguel y Antonio.
Un saludo desde lejos para los navamoralienses.
A.