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NAVAMORALES: La Cruz de la Era Cerrá Esta cruz está ubicada en...

La Cruz de la Era Cerrá

Esta cruz está ubicada en Navamorales, en la parte alta del lugar denominado La Era Cerrá. Muy cerca del cementerio. Es una cruz de bulto redondo que está allí desde tiempos inmemoriales... ¿ desde cuándo?. Pues ni se sabe. Cuando he investigado sobre su posible explicación del por qué de la cruz, y por qué allí, los resultados me conducen por caminos diversos; a continuación trataré de ordenar los datos que he sido capaz de recopilar, sin dar especial relevancia a ninguno de ellos.

En primer lugar, el hecho de estar situada u unos pocos metros del actual cementerio podrían relacionar estas dos circunstancias. Hay quien opina que estas cruces se ubicaban en lugares fuera del recinto de los cementerios, en donde no podían ser enterrados, los niños que nacían muertos, o morían antes de recibir el bautismo. La religión, y sus oficiantes excluían del derecho a recibir sepultura en el camposanto, a los que no habían sido redimidos del pecado de nuestros Primeros Padres, por medio del bautismo. Sus restos debían ser inhumados fuera del cementerio, y la cruz vendrá a ser una señal de distinción para aquellos recién nacidos no bautizados.

La cruz, en todas partes de nuestra cultura más próxima, tiene un fuerte contenido simbólico e intrínseco. No es la única cruz que existe en Navamorales. Hay por lo menos dos más; una de ellas en la misma plaza. En algunas ocasiones las cruces señalaban un lugar concreto de mala suerte; así era una cruz labrada en piedra a la esquina de la casa de tía Sabina. Esta cruz, desgraciadamente, desde hace no más de cuatro o seis años apareció partida y, así está desde entonces.

Las cruces, como hemos dicho tienen una relación directa con los episodios del cristianismo y en concreto con la Pasión de Cristo; también fueron símbolo de acreditación de lo que un pueblo fue y creyó a partir de un momento histórico. En los avatares de La Reconquista como es sabido, las fronteras fluctuaban unas veces hacia el sur otras hacia el norte. El empuje de los cristianos frente a los árabes supuso muchas veces dejar marcas cargadas de simbolismo, que querían manifestar diferencias de territorio, de fronteras e incluso de creencias. El forastero que llegaba a Navamorales desde El Puente del Congosto, por el camino de La Huerta al llegar al pueblo se encontraba con un símbolo inequívoco: La cruz.

Otras explicaciones apuntan al vía crucis, o procesiones que intentaban emular el camino que recorrió Jesucristo hasta ser crucificado. Ese vía crucis, o procesión se llevó a cabo sobre todo en algunos días de la Semana Santa. En muchos pueblos ese vía crucis está señalado justamente con cruces de piedra, que marcan el itinerario a recorrer.


A veces, la construcción y ubicación de estas cruces, tenía una fuerte raigambre popular, de tal forma que en algunos pueblos aún se conservan actas, en donde se constata una petición como la que sigue:

"Que respondiendo a los deseos de este vecindario, es de necesidad el establecimiento de una cruz de piedra a la entrada de la población a imitación o siguiendo el ejemplo de los demás pueblos de esta nación católica y esta necesidad es todavía más sentida en esta villa por ser un pueblo eminentemente católico y como quiera que para atender a dichos gastos no hay cantidad alguna consignada, tanto en el presupuesto ordinario como en el adicional, cuyo proyecto se encuentra ya expuesto al publico.
El ayuntamiento, enterado de dicha proposición y considerando atendibles y precedentes las razones que alegaba la presidencia, después de larga discusión, acordó por unanimidad autorizar al señor Presidente para que adquiriera los materiales necesarios para la instalación de la Cruz de Piedra, pagándose los gastos que tal mejora ocasionara con cargo al Capitulo de Imprevistos del presupuesto corriente, después que la relación de gastos, que al efecto debe presentar al examen de la Corporación, sea aprobada por la misma"

Otra manifestación al hilo de los comentarios anteriores, estaría en la existencia de toda la vida, de picapedreros; verdaderos artistas populares, que aprovechando la materia prima abundante en la zona, ( la magnífica piedra de granito), ofrecieron sus buenas maneras de trabajo artístico, cristalizado en estas magníficas obras de arte que conservamos en Navamorales. Qué pena que no conozcamos sus nombres; ellos sí que dejaron huella. ¡ El tiempo pasa, las penas se olvidan... Pero la obra queda !

DGH.