Luz y gas para ti

NAVAMORALES: ésta es una más de las decenas de encinas únicas que...

ésta es una más de las decenas de encinas únicas que llevan viendo pasar el tiempo comola calle de Alcalá de Madrid.Probablemente no sea la más grande, pero sí es un ejemplar de quercus que con toda probabilidad rondará el milenio. Si esto fuera así, ya ha pasado guerras, sequías, heladas, tormentas y por ende generaciones y generaciones. Sólo por esto debería considerearse ejemplar de especial cuidado y protección. El sólo verla invita a la reflexión y a la poesía.Y a mi, que no se me ocurre tanto, me viene, sin embargo a la memoria, aquellos versos de Antonio Machado:

¡Encinares castellanos
En laderas y altozanos,
Serrijones y colinas
Llenos de oscura maleza,
Encinas, pardas encinas;
Humildad y fortaleza!
Mientras que llenándoos va
El hacha de calvijares,
¿nadie cantaros sabrá,
Encinares?
.

Brotas derecha o torcida
Con esa humildad que cede
Sólo a la ley de la vida,
Que es vivir como se puede.
El campo mismo se hizo
árbol en ti, parda encina.
Ya bajo el sol que calcina,
Ya contra el hielo invernizo,
El bochorno y la borrasca,
El agosto y el enero,
Los copos de la nevasca,
Los hilos del aguacero,
Siempre firme, siempre igual,
Impasible, casta y buena,
¡oh tú, robusta y serena,
Eterna encina rural
De los negros encinares
De la raya aragonesa
Y las crestas militares
De la tierra pamplonesa;
Encinas de Extremadura,
De Castilla, que hizo a España,
Encinas de la llanura,
Del cerro y de la montaña;
Encinas del alto llano
Que el joven Duero rodea,
Y del Tajo que serpea
Por el suelo toledano;
Encinas de junto al mar
—en Santander—, encinar
Que pones tu nota arisca,
Como un castellano ceño,
En Córdoba la morisca,
Y tú, encinar madrileño,
Bajo Guadarrama frío,
Tan hermoso, tan sombrío,
Con tu adustez castellana
Corrigiendo,
La vanidad y el atuendo
Y la hetiquez cortesana!...
Ya sé, encinas
Campesinas,
Que os pintaron, con lebreles
Elegantes y corceles,
Los más egregios pinceles,
Y os cantaron los poetas
Augustales,
Que os asordan escopetas
De cazadores reales;
Mas sois el campo y el lar
Y la sombra tutelar
De los buenos aldeanos
Que visten parda estameña,
Y que cortan vuestra leña
Con sus manos.