PELARRODRIGUEZ: ¡Hay que volver a PELAYO! Aunque puede parecer un...

¡Hay que volver a PELAYO!
Aunque puede parecer un pueblo sin vida por la poca gente que vivi allí, la realidad es muy distinta. Pues una vez que entras y empiezas a patear las calles te das cuenta de que la gente se mueve. Sus habitantes son muy acogedores. Y si eres del pueblo y ya casi no te acuerdas de la gemnte porque hace mucho que no vives allí, no te apures, en muy poco rato te informan y te colocan en tu familia y hasta te cuentas anácdotas de cuando eras un chiquillo
Correteando por la plaza y de cuando ibas a la escuela. ¿Te acuerdas de de. Jenaro, el maestro? Yo sí.