No tiene desperdicio, esto era el verano en el año 1966, una pareja de burros trillando una parva de trigo en las eras, otra de bueyes y mulas todas haciendo lo mismo, y aparte del trabajo también tenían su pequeño descanso, ya que toda la tarde dando vueltas y con el sol que se dejaba caer, gracias que íbamos bien preparados de sombreros como podéis ver, y lo más grande a lo largo de la tarde era la merienda que siempre se encargaba la madre de traerla y no veáis como nos poniamos ya que era la mejor comida de todo el día.