APOSTILLA A LAS NATILLAS.-
Desconocía yo faceta tan singular atribuible a la Señora Gertrudis y sus habilidades como repostera. No obstante, me cuesta creer en la veracidad de la operación "pajita". Y ello porque, más bien pudiera ser ésta producto de la calenturienta imaginación y los deseos de los presuntos "pajeros".
¿Por qué lo dudo?. Pues porque la Sra. Gertrudis era lo suficientemente lista como para no representarse el riesgo de dejar las natillas al alcance de cualquier furtivo. Pero sobre todo, al primer atraco "pajeril" lo hubiera detectado porque lista era un rato.
Sólo un ejemplo: cuando vendía pasteles, al mostrarlos al público en una bandeja, los cambiaba de sitio con sus propias manos repetidamente como para indicar los más suculentos al comprador, con lo que, en cada cambio, algo se le pegaba en los dedos que ella rechupeteaba con fruicción. La operación parecía de lo más inocente, pero en razón de cada "sobo", los pasteles mermaban unos miligramos. ¿Quién, en definitiva, utilizaba la paja-dedo?. Tan sutil adiestramiento denota agudeza a raudales.
Por todo ello ello, dudo del éxito de la operación "paja". ... (ver texto completo)
Desconocía yo faceta tan singular atribuible a la Señora Gertrudis y sus habilidades como repostera. No obstante, me cuesta creer en la veracidad de la operación "pajita". Y ello porque, más bien pudiera ser ésta producto de la calenturienta imaginación y los deseos de los presuntos "pajeros".
¿Por qué lo dudo?. Pues porque la Sra. Gertrudis era lo suficientemente lista como para no representarse el riesgo de dejar las natillas al alcance de cualquier furtivo. Pero sobre todo, al primer atraco "pajeril" lo hubiera detectado porque lista era un rato.
Sólo un ejemplo: cuando vendía pasteles, al mostrarlos al público en una bandeja, los cambiaba de sitio con sus propias manos repetidamente como para indicar los más suculentos al comprador, con lo que, en cada cambio, algo se le pegaba en los dedos que ella rechupeteaba con fruicción. La operación parecía de lo más inocente, pero en razón de cada "sobo", los pasteles mermaban unos miligramos. ¿Quién, en definitiva, utilizaba la paja-dedo?. Tan sutil adiestramiento denota agudeza a raudales.
Por todo ello ello, dudo del éxito de la operación "paja". ... (ver texto completo)