La canción a la que hago referencia, de la cual me aventuré con escaso éxito a cantar alguna de sus estrofas, fue cantada por Antonio Molina, y lleva por título " Adiós mi España querida", y no por Juanito Valderrama, como afirmo en mi mensaje anterior.
Disculpen las molestias "-- El emigrante --"
Corrían los años 50 y 60 del pasado siglo, cuando vivió España lo que podría considerarse la mayor migración de la era moderna. Más de cuatro millones de españoles dejaron sus casas empujados por la necesidad y marcharon a trabajar a el extranjero, circunstancia que queda perfectamente reflejada en el documental "El tren de la memoria", de Marta Arribas y Ana Pérez.
Se hace necesario añadir a estos cuatro millones de emigrantes otros muchos, de los que no tenemos datos concretos,... UNA VEZ MÁS..., ¡SIEMPRE EN PRO DE LA DEFENSA A ULTRANZA Y CONTRA VIENTO Y MAREA de NUESTRO QUERIDO CAÑO VIEJO!.
Hasta diecinueve veces se ha ensañado la mano siniestra del inquisidor de turno como si fueran 19 puñaladas para tachar a nuestro viejo y decrépito Caño Viejo de mero objeto despreciable cuyo mejor destino deba ser la hoguera, es decir, la piqueta de papel. ¡Lástima no haber oído el tono y contenido de las reflexiones sibilinas del autor de tal "hazaña" mientras la realizaba para que... EL CAÑO VIEJO UNA VEZ MÁS.
Con un 16 por ciento de rechazo llevado a cabo por la acción de algún o algunos ciudadanos que merecen respeto, aparece esta foto en la que se reproduce la efigie de nuestro querido Caño Viejo. Debe ser la última en el orden de valoración en cuantoa si se mantiene o no, en virtud de que ni una sola de las más de 200 fotos que se encuentran en la misma página, todas ellas con el 100 x 100 de puntuación, acumula semejante fracaso. En otras palabras, supenso total para... Península Ibérica, jueves, 27 de agosto de 2009
Querido Caño Viejo: Desde un lugar enclavado en las costas del Mediterráneo,
todavía español, se me ocurre entrar en una de estas Oficinas que comercializan tener a disposición del público el ciber-espacio, y por una módica cantidad ponen a mi disposición el artefacto correspondiente que me permite conectar con el universo de las comunicaciones. Instintivamente coloco en la ventana y casilla al efecto tu bendito nombre y saltas raudo a la palestra...