En esta amplia y lucida plaza de Poveda de las Cintas, la más amplia, elegante y a la vez lucida de las de la comarca, además vestida de gala con ese blanco impoluto de novia o de primera comunión, en su día tuve yo la suerte de haber nacido en el entorno de la misma, lo que, lo que, teniendo en cuenta que, entonces, cada invierno sin fallar repetía semejante indumentaria, podeis imaginaros la cantidad de nostalgia que me produce. EL CONTENCIOSO DE LAS PUGNAS FOTOGRÁFICAS Y OTRAS MINUCIAS.
El jolgorio montado con las luchas intestinas de quien es el mejor artista de la instantánea gráfica, a mí me cae fenomenal como espectador pues, dado que el dicente -yo mismo- es un "patoso" en semejantes menesteres, ello no es óbice para que reconozca cierta sensibilidad y sentido de lo artístico en captar la singular belleza de lo que sea para goce de los demás, incluída el del propio autor. Esta misma vista de la plaza de mi pueblo... LA AÑORANZA DE LAS FIESTAS DE NUESTRO PUEBLO Y LA DE SU PLAZA MAYOR, LUGAR DONDE NACÍ.
Sin duda alguna se siente añoranza. En esta misma plaza de idénticas dimensiones a las que tenía hace no sé cuantos años, uno a uno se han venido celebrando en este mismo lugar la que era su fiesta grande por antonomasia (ahora hay dos a partir de los años sesenta en que, más o menos, se inventó la segunda), cual era y sigue siendo la del primer domingo de octubre en honor de la Virgen del Rosario. No sé hasta...